Cuidado Con Los Insultos En Redes Sociales - Por Saúl Guevara (Estudio No. 855)

 


Las redes sociales se han convertido en un ring de lucha libre. Pareciera ser que, al ritmo de una vieja y popular canción, los actores se lanzan a la pelea, dándose puyones de ojos, patadas prohibidas, halándose los cabellos y golpes de sillas en la cabeza. Los espectadores responden con gritos de emoción traducidos en likes.

 Las luchas pueden extenderse por días ante la lectura de quienes no quieren perder la publicación, todo desde la seguridad de su sillón o escritorio que les garantiza no salir golpeado.

 Estas peleas de circo no son nuevas y siguen siendo un espectáculo, pero sus repercusiones en la vida real pueden conducir a fomentar la violencia social y las enfermedades mentales, a pesar de llevarse a cabo en un espacio sin presencia física, aparentemente inofensivo.

 Desafortunadamente, este es el caso de lo que ocurre en las redes sociales. El nivel de violencia al que nos enfrentamos rebasa toda expectativa. Es un nivel frenético de falta de empatía y civilidad, cual cuarto oscuro donde las personas se avientan platos y botellas en la cabeza aprovechando la lejanía y el anonimato, donde todo parece estar permitido siempre y cuando pueda burlar los controles de las plataformas donde se ejerce.

 Si quieres hacerlo, recuerda que lo único que hace falta es crearte un perfil falso. Con un perfil falso puedes entrar a las redes sociales y comenzar a comunicarte con quien te dé la gana. Las opciones son infinitas, desde sabotear publicaciones con miles de likes, buscando el comentario que no te parezca e iniciando una pelea; hasta insultar las fotos de perfil y llegar incluso al acoso por mensaje de texto.

 En esa melea de cobardes que no dan la cara, enfermos mentales, de personas inseguros simples simpatizantes de Satanás que gozan haciendo el mal, no es raro ver como en ellos hay cantidad de cristianos usando motivos que no son para llamar a esa violencia como el vestuario, el pelo, el maquillaje, la autoridad, etc.

 Permíteme intentar hacer algunos comentarios que puedan ayudarte en la formación de tu propio entendimiento y al final, hacer lo correcto.

 a)    Di la verdad

Nuestro discurso en las redes sociales debe ser verdadero, es decir, que sea basado en hechos y bíblicamente sólido. Cuanto más evidente sea la verdad, mejor. Si la gente puede ver por qué es verdad, entonces es mejor.

 Decir la verdad no garantiza que estés hablando con rectitud o amor. Ese es uno de los puntos principales de Job. Mucho de lo que Elifaz, Bildad y Zofar le decían a Job era, en cierto sentido, verdadero. Pero lo que le decían a Job y lo que tenía de malo era que fue inoportuno y estaba desbalanceado. El libro de Job, creo, está en la Biblia por muchas razones. Una de ellas es mostrar que la verdad no es suficiente; la verdad puede usarse injustamente.

 b)   Ten como objetivo edificar a los demás

Pablo dijo en Efesios 4:29 NVI: "Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan". Así que, además de ser verdad, Pablo dice que debemos probar si lo que decimos tiene como objetivo edificar a la otra persona. Edificar, en el vocabulario de Pablo, significa ayudarlos a crecer en su fe, en su comprensión de Cristo, en su amor por los demás y en su santidad.

Pablo agrega que nuestro discurso debe ajustarse a la necesidad del momento. Es decir, se necesita verdadera sabiduría para saber cómo usar la verdad de la manera más efectiva en cada situación. Puedes leer Proverbios 26:7 NVI, donde dice: "Inútil es el proverbio en la boca del necio como inútiles son las piernas de un tullido". Ese es un proverbio verdadero. Simplemente cuelgan allí como piernas inútiles en la boca de un tarado porque no conoce la situación y no sabe cómo usarla. También considera Proverbios 26:9: "El proverbio en la boca del necio es como espina en la mano del borracho". Una persona puede decir una verdad y su hablar puede ser inútil o dañino, dependiendo, de si se ajusta a la necesidad del momento.

 c)    Conoce a tu audiencia

Ajustarse a la necesidad del momento tiene implicaciones especiales para Internet y las redes sociales. Esto requiere de un tipo peculiar de sabiduría y moderación. Lo peculiar de este momento llamado Internet es que no tiene un contexto. No tenemos ningún control sobre quién, cómo, dónde o cuándo una persona lee lo que hemos escrito. Hay miles de entornos, condiciones emocionales, niveles de madurez, estados de altura o profundidad espiritual y experiencias inmediatas que son diferentes, entre otras cosas. Esto quiere decir que estamos lanzando nuestro mensaje hacia una mezcla desconocida de momentos. No estoy diciendo que esto deba silenciarnos por completo. Estoy diciendo que la sabiduría, hablando según la necesidad del momento, debe darnos cierta moderación para que no seamos indiferentes a todos los efectos desconocidos que pueda tener lo que podamos decir.

 d)   Busca la paz y síguela

Midamos lo que decimos en las redes sociales en función de si comunica un deseo sincero, no solo de que una persona crezca en su relación con Dios, sino de que se den cuenta de que nos gustaría tenerlos más unidos con nosotros de lo actualmente estamos. En otras palabras, cuando criticamos a alguien por un punto de vista o una actitud, ¿perciben que, detrás de esa crítica, realmente nos gustaría que llegara el día en que pudiéramos ser amigos?

 En Efesios 4:1…3, Pablo dice: “"... vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz". En otras palabras, no importa cuán seriamente sentimos que debemos discutir con alguien o sobre algún problema, ¿damos evidencia de que realmente nos gustaría que hubiera paz?

 e)    Sé lento para la ira

Tomemos muy en serio a Santiago 1:19…20: “Que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios”. No estoy diciendo que no haya motivo para una ira justa. Solo digo que, dada la forma en que fuimos hechos pecaminosamente (afectados por la caída y muy propensos a defendernos y muy fácilmente provocados, frustrados y enojados) las palabras de Santiago son realmente necesarias. Es probable que tu enojo no sea justo y el mío tampoco, y no producirá el bien que podría producir. Ese texto es un regulador para nuestro acelerador de ira y lo necesitamos.

 f)     Deja que tu tesoro brille

¿Puede la gente detectar que tu corazón está profundamente contento y satisfecho con la belleza, el valor y la grandeza de Jesús? Por eso existimos: para mostrar a Jesucristo como el tesoro supremo del mundo.

S.A.G. - 28 – SEP – 2025 (Estudio No. 855)

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