Un
tema tabú para la gran mayoría es la muerte. Vivimos en una
sociedad que oculta lo que no le gusta. Y el fin de la vida no es un
platillo agradable que guste a todos, aunque forma parte de un menú
del que nadie escapará.
No
creo que sea inteligente cerrar los ojos a la realidad... moriremos.
Y esto no debe horrorizarnos ni angustiarnos, sino que debe animarnos
a aprovechar la vida de la que hoy todavía disponemos.
El
tiempo es un recurso limitado y valioso, por ello merece ser
aprovechado hasta en su más ínfimo instante. No podemos permitirnos
el dejarlo escapar, no debemos perder ocasiones, es imperdonable
aplazar lo importante.
Que
ninguna hermosa palabra expire hoy en tu garganta a la espera del
mañana, que ningún gesto de amor se posponga al futuro. No te
reserves caricias, abrazos ni besos... porque, tal vez, mañana no
tengas a quién dárselos.
La
vida es efímera y nosotros con ella. Hoy es el momento, hoy hay
vida. Mañana solo Dios dirá. No es lo mismo que hoy me digan "te
quiero" a que mañana depositen una flor sobre mi tumba... En
vida, hermano, en vida.
La
gran mayoría de nosotros los seres humanos, aprendemos de la
experiencia, que se basa en aprender de caídas, golpes y tropiezos
personales. Pero que gran diferencia es aprender de la sabiduría,
que se da por la observación de lo que les sucede a las demás
personas.
Por
un tiempo que viví en México, vi como de una forma muy peculiar en
vez de llorar la muerte le hacen fiesta por medio de una de sus
tradiciones, festividad singular única en el mundo. En lugar de
tener miedo a la muerte la visualizan como una catrina elegante, en
donde hacen altares, compran calaveritas de dulce, cocinan tamales,
hacen pozole y champurrado, visitan a sus seres queridos en los
cementerios, aquellos seres que se han adelantado en el camino.
En la
Biblia leemos un relato muy especial, donde Jesucristo recibe a un
joven que le quiere seguir, este joven entusiasta le dice a Jesús
que con gusto le seguiría una vez que haya enterrado a su padre, que
acababa de fallecer, Jesucristo le responde una palabra diciéndole:
"Deja que los muertos entierren a sus muertos y tu sígueme"
Estas
palabras de Jesucristo pueden sonar duras, pueden sonar incluso
insensibles, pero... ¿cuál es el fondo del mensaje?, ¿Qué quiso
Jesucristo comunicarle a este joven?,¿Que no tomaba en cuenta que el
padre de ese joven acababa de fallecer? ¿Y el luto que debería de
guardársele?
En
realidad creo que la intención de este mensaje era: "Deja que
los muertos entierren a sus muertos y tú vive", existen
personas que no dejan ir a sus muertos, en psicología existen
criterios para guardar un luto a cualquier familiar, un año de luto
por el ser amado que se nos fue, es más que suficiente para poder
seguir continuando con nuestras vidas.
Sin
embargo existen personas que no dejan ir a sus muertos y siguen
sufriendo dentro del corazón, incluso por décadas, dejan de vivir,
se convierten en muertos que entierran muertos. Es un hecho
lamentable que las personas ancianas que no superan la muerte de su
cónyuge, al año siguiente mueren de alguna complicación física
fruto de su profunda tristeza.
¿Cómo superar el dolor de la falta de un ser
querido? ¿Cómo sobreponerse a una profunda tristeza por la falta de
alguien que ya no esta con nosotros? He aquí algunas propuestas:
- Acepte lo que ya paso "es así y no pudo ser de otro modo"
- Reoriente su amor hacia los seres queridos más cercanos
- Establezca metas y objetivos nuevos en la vida
- Manténgase ocupado trabajando en algo
- Acercarse a Dios para recibir fortaleza
- Acepte la idea de que somos extranjeros y peregrinos en este mundo
- Agradece a Dios el tiempo en que nuestro ser querido estuvo con nosotros
- No permitas pensamientos de culpa por lo que dejaste de hacer y solo concéntrate en lo que sí hiciste por tu ser querido cuando estuvo con vida
- Creer que la muerte solo es un paso para una vida mejor y eterna
- Tener la firme certeza de que debemos de vivir cada día de forma intensa, porque no sabemos el día ni la hora en que nos toque partir a nosotros mismos, tengamos esa sabiduría.
Como
pastor. sociólogo y como ser humano, creo firmemente en la vida,
creo que la muerte solo es una antesala, una graduación a un lugar
mejor. "No somos humanos teniendo una experiencia espiritual,
somos seres espirituales, teniendo una experiencia humana",
debemos vivir porque los días son pocos, los meses pasan y los años
son tan solo un suspiro.
La
muerte no debe provocarnos apatía, melancolía, tristeza y temor.
Tengamos verdadero temor a no vivir, a no llegar a ser lo que debemos
ser, tengamos temor a que se nos escapen los años y no hayamos
aprendido a amar y vivir en Dios.
Termino
con este poema hermoso de Anamaria Rabatte:
"Si
quieres ser feliz, a alguien que quieras mucho...díselo hoy, sé muy
bueno...En Vida Hermano en Vida, No esperes a que se mueran, ¿si
deseas dar una flor? Mándalas hoy con amor...En Vida Hermano en
Vida...si deseas decir "Te quiero" a la gente de tu casa,
al amigo cerca o lejos...En Vida Hermano en Vida...No esperes que se
muera la gente para quererla y hacerle sentir tu afecto...En Vida
Hermano en Vida...Tú serás muy venturoso, si aprendes a ser felices
a todos los que conozcas...En Vida Hermano en Vida...Nunca visites
panteones ni llenes tumbas de flores, llena de amor corazones...En
vida Hermano en Vida!
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