Cuando oímos que
Dios nos hizo a su imagen y semejanza, quiere decir que Él fue el
modelo, ser su imagen significa que Él nos imaginó como Él es.
Dios ve las cosas que no son, como si fueran. Esa es su naturaleza
creativa y si somos a su imagen y semejanza, quiere decir que Él nos
hizo creativos.
Lo anterior plantea
un desafío a todo cristiano. Imperativamente debemos ser creativos y
dejar atrás esa tendencia mediocre a repetir lo viejo conocido
simplemente porque "siempre se hizo así”.
¿Por qué no
cambiarlo? Podemos soñar despiertos. Dejemos que nuestra imaginación
vuele y tenga la oportunidad de crear. Por algo Dios puso en nosotros
el don de la imaginación.
¿Qué es la
creatividad?
Es producir algo de
la nada. Los especialistas la definen como la capacidad de generar
pensamientos, acciones y sentimientos únicos e innovadores para
beneficiar a otros. Es algo más que la habilidad de percibir las
cosas de forma poco usual.
Estamos diseñados
para ser como Él,
con intelecto, emociones, voluntad y este componente creativo que
tanto escasea en este tiempo.
Todo lo que Dios toca
refleja su creatividad. Él es el hacedor y Señor de todo. "Porque
así dijo el Señor, que creó los cielos; él es Dios, el que formó
la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que
fuese habitada la creó. Yo soy el Señor, y no hay otro"
(Isaías 45:18).
Al recibir a Jesús,
usted sufre o sufrió lo más nuevo en remodelación interior. Los
cambios son sustanciales, no superficiales. Cuando la persona
sobrenatural del Hijo de Dios llena al hombre natural, demanda un
cambio radical de vida, incluyendo sus pensamientos. Es por eso que
Pablo nos advierte que no debemos conformarnos a este siglo, sino
transformarnos por medio de la "renovación de nuestro
entendimiento".
No debemos estar
conformes porque ya tenemos el Evangelio. Esa autocomplacencia puede
salirnos muy cara. Cada generación debe aprender las verdades
fundamentales de la fe.
Necesitamos
desesperadamente creatividad en la familia, en la sociedad, en la
Iglesia. Ver al mundo en forma diferente y personal cada día. Mi
esposa, mis hijas, mi nieto, mi familia cambia a diario. Todo está
en proceso de cambio y necesitamos hacer el esfuerzo para adaptarnos
a ellos con creatividad.
Las familias fracasan
cuando las personas que la componen se estancan. Cuando no son
capaces de transformar las bendiciones que Él, da.
Investigaciones
recientes acerca de la familia occidental demuestran que muchas de
ellas, cristianas y no cristianas, viven una rutina tediosa, con poca
variedad. Padres agotados y niños descoloridos se han amoldado a
desperdiciar el tiempo en cosas aburridas. Son victimas de una
sociedad de consumo que verdaderamente los esta consumiendo.
A pesar de ello, hay esperanza: la
creatividad puede aprenderse. Simplemente es necesario hacer una
evaluación y definir cuáles son las áreas que deben cambiar. Habrá
que trabajar en equipo, habrá que fijas metas, objetivos y pedir al
Espíritu Santo fuerzas y decisión para avanzar hacia los cambios.
Consideremos algunos
obstáculos que nos roban la creatividad:
- Escepticismo: incredulidad o duda acerca de la verdad o eficacia de cualquier cosa: "He tenido algunas ideas creativas, pero nadie me las entiende y apoya". La experiencia de tener una idea creativa rápidamente rebatida es algo común. El cristiano que permite que estas experiencias conduzcan a una actitud escéptica y pesimista, elige postrarse en una autocompasión, una rutina aburrida. Los primeros intentos no son, con frecuencia, exitosos. Quizás sólo dos de cada diez ideas creativas van a redundar en programas factibles. Pero las diez ideas, incluyendo las dos que hubieran funcionado, pueden ser sofocadas por el escepticismo.
- Intolerancia ante el error: Olvídese de ser creativo si no puede aceptar equivocarse. Los fracasos son el precio necesario que pagamos por ideas buenas, exitosas y creativas, cualquier persona debe desarrollar una buena tolerancia al fracaso.
- Excusas: La excusa más común es: "Es que no poseo una personalidad creativa". No creo que la personalidad de alguien esté formada irrevocablemente; uno puede cambiar la personalidad para bien. Es posible ser más creativo si uno hace el esfuerzo por serlo.
- Pereza: Nada mata más a la creatividad que la pereza. La creatividad requiere más esfuerzo que el que los cómodos están dispuestos a aceptar. Usted debe disciplinarse para tomar tiempo extra y pensar dónde desea estar en el futuro. Es en estos pensamientos que el momento de imaginación llega: cuando usted puede sintetizar lo que sabe, lo que ha hecho y relacionarlo con su situación actual. Una disciplina estricta y un pensar esforzado, son prerrequisitos para obtener este resultado.
- Hágase tiempo: La creatividad lleva tiempo, especialmente tranquilo para pensar. Es necesario alcanzar un equilibrio entre el tiempo de reposo y el de actividad. Muchas personas están tan agobiadas por las exigencias de la vida, que su tiempo de descanso desaparece. Disponga de más tiempo de quietud.
- Lea: Disponga de tiempo para leer, y no libros religiosos, hay mayor creatividad en el mundo "secular" que en la Iglesia, entonces es lógico que usted deba leer todo tipo de libros, si es que desea aumentar su creatividad. Lea todo lo que encuentre interesante y desafiante, especialmente cosas relacionadas al campo de la administración y comentarios sociales. 1 Tesalonicenses 5:21 “Examinadlo todo; retened lo bueno”
- Lleve un fichero de ideas: Escriba sus ideas en el momento en que se le ocurren. Se pierden más ideas por causa de ser olvidadas que por causa de los obstáculos mencionados.
Recuerda que, quienes
hemos sido restaurados a la imagen de Dios, hemos recuperado la mente
de Cristo y estamos llenos del Espíritu, tenemos que aprender a
movernos de otra manera, llamando a las cosas que no son como si
fueran.
Dios nos dio la
facultad de soñar y de imaginar. Dios creó al hombre con una
imaginación creativa y lo que ahora puedes ver y tocar antes estuvo
en la imaginación de alguien.
Hay un principio que
debemos entender: todas las cosas fueron creadas dos veces. Dios nos
creó en su mente, en su imaginación, y luego nos creó en la
Tierra. Las cosas primero son creadas en nuestra imaginación y luego
son creadas en el mundo físico. La fe hace que las cosas que todavía
no se ven, un día sean realidad.
Las personas
espirituales no esperan que todos los apoyen en sus ideas; les
alcanza con saber que Dios está de acuerdo con ellos.
Si es un hombre o una mujer de
propósito tiene que animarse a correr riesgos. Nada significativo
está fuera de riesgo, pero Dios respaldará su fe. Todos anhelamos
ser creativos, pero pocos sentimos que lo somos. Atrévase a
componer la melodía que nadie escuchó jamás, a pintar el cuadro
que nadie pintó y caminar por sendas que nadie aún caminó.
El diablo podrá
robarle muchas cosas y mostrarle el peor panorama, pero no puede
robarle sus sueños y lo que imagina para su vida. Una persona sin
imaginación ni creatividad no tiene fe. No tiene que moverse por lo
que la gente opina. Si está convencido de lo que piensa y siente la
aprobación de Dios, ¡ADELANTE!
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