¿Por
qué la gente es tan perezosa y no quiere pensar?
El
cerebro está allí para nuestro uso, pero a la mayoría de la gente
tiende a apagarse. Prefieren ser esponjas y simplemente disfrutar de
lo que otros trabajan.
Después
de todo, el cerebro es un músculo y como cualquier músculo, se hará
débil si no se ejercita. Así que, si no usas tu cerebro, podrías
terminar más menso de lo que normalmente eres.
Cuando
se trata de identificar al perezoso, el dedo acusador apunta sobre
todo a los cristianos. Los no salvos no se hacen responsables por
algo que nunca se comprometieron a defender. Un ateo, obviamente, no
se va a instruir a otros a cumplir con los mandamientos de Dios.
En
el mundo se está cayendo en la oscuridad espiritual. Los
predicadores tratan de hacer frente a los problemas morales de
nuestro día y dar a la gente una descripción detallada de todos los
ángulos de la cuestión del pecado.
La
falta de conocimiento no puede ser el problema principal. Estamos muy
bien educados acerca de los problemas de nuestra generación, sin
embargo, el mundo sigue creciendo más oscuro con cada día que pasa.
La
razón pecado abunda es simple: La gente es perezosa. Somos
perezosos, holgazanes, inmóviles, inactivos y cualquier otro término
describe la pereza simplemente.
La
existencia de la pereza es un defecto muy grande y muy común en
nosotros, lo peor del caso es que normalmente, no nos damos cuenta de
que esto sea un defecto como tal y entonces no procuramos
solventarlo, pero la realidad es que la pereza es un defecto tan
grande y tan destructivo que nos lleva a ser personas deficientes y
poco exitosas. Pero sobre todo se sienten los daños de la pereza en
el área espiritual, ya que Dios nos ha llamado a ser diligentes, en
ningún momento agrada a Dios el perezoso, ampliamente lo describe en
las escrituras y aconseja que evitemos esas prácticas.
Es
tan fácil ser cristiano perezoso. Es tan fácil llegar a la iglesia
y solo sentarse; para otros sólo hay que poner una calcamonía de un
pez en el parachoques de su coche o lleva una cruz alrededor de su
cuello, pero permite que la otra persona haga el trabajo del Señor.
Lo
sé porque he estado allí y lo veo cotidianamente. Y todavía tengo
problemas de aceptar a un cristiano perezoso.
Me
gustaría compartir algunos ejemplos que he oído acerca de ser un
cristiano perezoso. Pero, ¿puedo hacerle esa misma pregunta que he
oído? ¿Es usted un cristiano perezoso?...
Si
tu comprensión de la Biblia es lo mismo que era hace unos años, es
que solo está escuchando la palabra de Dios los domingos. La
comprensión de la Palabra de Dios debe ser un largo desafío de la
vida. La palabra de Dios no sólo se lee una vez y se deja de lado.
La Biblia creo que se debe leer diariamente y si no lo hace es signo
de pereza en usted.
Los
miembros de la iglesia de Tesalónica se negaban a asumir la
responsabilidad. Algunos habían dejado de trabajar porque pensaban
que Jesús regresaría en cualquier momento y no ven ninguna razón
para esforzarse. Otros relajados porque había un montón de los
miembros más ricos de la iglesia que siempre estaban dispuestos a
compartir. Independientemente de la razón, Pablo aborrecido por tal
pereza, estableció la regla "Si alguno no quiere trabajar, que
tampoco coma."
Perezosa
es una persona, que no piensa en el futuro, sino que por el contrario
vive una vida descuidada, no piensa en que los buenos tiempos podrían
terminar y él no ha recogido nada. Para él no es importante
trabajar en el momento, piensa que siempre va a tener, pero al llegar
el invierno se encuentra con la dura y triste realidad de que no hay
nada para él, porqué no se preparó.
En
nuestra vida muchas veces no comportamos de esta forma, no nos
preparamos ni física, ni espiritual, ni económicamente y cuando
llegan momentos de necesidad o de mayor exigencia, no tenemos
suficiente para solventar la situación. Tenemos que ser sabios y
pensar en el futuro, pensar en que lo que tenemos ahora no va a durar
para siempre, que las fuerzas y el conocimiento de hoy no bastan para
mañana.
El
perezoso tiene sueños y deseos pero no los alcanza por su pereza:
“El alma del perezoso desea, y nada alcanza Mas el alma de los
diligentes será prosperada” “El deseo del perezoso le mata,
Porque sus manos no quieren trabajar. Proverbios 13:4 y 21:25
El
escenario planteado aquí es uno muy triste, pues si algo es
importante para una persona son sus sueños, sus metas, sus deseos.
Todos nosotros tenemos sueños de diferentes tipos, algunos más
ambiciosos que otros, el perezoso también, ocupa mucho tiempo
soñando y pensando en lo que podría ser y a dónde podría llegar.
Pero no alcanza nada, pues solamente se quede en eso, en sueños y
nada más, vemos que luego es torturado y afligido por ese deseo tan
grande que tiene, pero no sirve de nada porque aunque tiene la
capacidad no quiere trabajar.
Debemos
tomar consejo y pensar que las cosas grandes en la vida sólo se
consiguen con mucho esfuerzo, Dios no va a conceder a un perezoso
todo lo que desea si él lo pone su parte, en cambio el trabajo que
hace el diligente y su esfuerzo es recompensado por Dios.
¿Tenemos
sueños? ¿Queremos verlos realizados? Tenemos que poner mucho empeño
y mucha dedicación y Dios recompensará el trabajo de nuestras
manos.
El
perezoso se cree más sabio que los demás: “En su propia opinión
el perezoso es más sabio Que siete que sepan aconsejar”
Proverbios 26:16
Como
si todo lo anterior no fuera ya suficientemente malo, el perezoso, no
admite que está en un error sino que por el contrario se cree más
sabio, que los sabios, ya es bastante triste que una persona sea
perezosa, pero más triste aún es que tal persona, no reconozca su
error, sino que persiste en seguir haciendo lo que está haciendo. Ya
no solo es perezoso sino que se vuelve necio... perezoso necio.
Cuál
será nuestra actitud, frente a estas líneas, ¿asumiremos la
actitud del perezoso y pensaremos que somos muy sabios y que no
necesitamos cambiar? O haremos como dijo Salomón: “Miré, y lo
puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo”
¿De
verdad ya se vio? ¿Lo puso en su corazón?
Pero
sobre todo ¿Tomó Consejo?
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