En
algunos negocios llama la atención carteles que advierten a la gente
para que no robe. Y la forma de hacerlo es mostrar fotografías de
personas que intentaron robar. Mediante su exhibición, esperan que
la gente se desanime a robar. Encontramos
también carteles que avisan: No tocar; Toque bajo su propio riesgo;
No pise el césped; Nuestra tienda está protegida con cámaras de
video; este vehículo está protegido con un sistema de seguridad vía
satélite: el conductor de la unidad no tiene acceso al dinero, etc. El
mandamiento dice “No Hurtaras”, lo que tienen las demás personas
les pertenece sólo a ellos y no tenemos ningún derecho de
apropiárnoslo. Pero hay personas que han hecho de su vida una
constante violación de este mandamiento: se la pasan tomando las
cosas de los demás. Hay varios tipos de ladrones a nuestro
alrededor. Hay contratistas de construcción (de madera, albañilería,
etc.) que comienzan con un proyecto sencillo y parece que más y más
le empiezan a agregar cosas que supuestamente son muy necesarias.
También
es posible que por teléfono le prometan premios con sólo darles el
número de la tarjeta de crédito. Otras personas son expertas
robando pero sin usar las manos; van de casa en casa y saben manejar
tan bien las emociones de la gente que uno se llega a sentir tan mal
que termina dándoles algo. La industria de la lotería nacional -aún
cuando está legalizada- o las empresas dedicadas a las apuestas- es
otra área designada a quitarnos lo que tenemos. Mucha gente cree
ingenuamente que esas personas están tratando de encontrar formas de
dar dinero; más bien están tratando de encontrar formas de
quitarnos nuestro dinero. Todos a nuestro alrededor están poniendo
sus manos en lo que es nuestro. Mucha
gente sabe que robar es malo, solo que no cree que lo que ellos hacen
no es realmente robar.¿Es Ud. Un ladrón? Para
responder estas preguntas miremos de cerca el significado de la
palabra. La RAE de la lengua define el robo como el apoderarse de lo
ajeno de cualquier modo. Bueno, se oye bien. Pero
veamos lo que la Palabra de Dios nos dice al abundar en este
mandamiento. Robar
es malo En primer lugar es incorrecto robarles a los demás porque
cuando nos adueñamos de lo ajeno no estamos tratando a la gente como
personas, sino como un medio para lograr un fin. Si algo le pertenece
a una persona, no tenemos ningún derecho de quitárselo. La gente
merece recibir el fruto de su labor. El robo es un acto de violencia
en contra de otra persona.
El
que roba sólo está pensando en sí mismo. No piensan en trabajar
para tener ese dinero. No piensan en las necesidades que los demás.
Al robarle a alguien, de cualquier modo, estamos violando nuestra
relación. En segundo lugar, robar es destructivo. La mentalidad de
robar contamina una relación, contamina la confianza. Se viola la
idea del respeto y la dignidad. La gente que constantemente está
tomando lo que no le pertenece fuerza a los demás a crear una pared
de defensa para protegerse. Es un hecho que los ladrones -de
cualquier tipo- minan a una sociedad. Los efectos negativos del robo
son incalculables. No solo paga el responsable del delito del robo,
sino que todos pagamos también. Los robos obligan a aumentar los
precios para todos los clientes, entre otras cosas al introducir cada
vez más sofisticados equipos de seguridad. Cada
uno de los clientes es visto en una actitud de sospecha y cada
ciudadano es penalizado al pagar más impuestos para cubrir gastos
para contratar un mayor número de policías; para construir y
mantener celdas de prisión. Formas
en que roba la gente Me parece que el mandamiento de no robar tiende
a ser uno de los que no alcanzamos a entender sus implicaciones.
Tendemos a pensar en el robo como entrar a una casa y salir corriendo
con algo que no nos pertenece. Pero
tristemente, ese no es el cuadro completo. El robo puede ocurrir en
un número de formas y ambientes diferentes. Creo que no hay mejor
forma de exponer estos pecados que haciendo unas listas.
Robo
Obvio
Entrar
a la casa ajena, o un carro, jardín, súper, etc. y tomar algo
Firmar
cheques sin fondos
Usar
tarjetas de crédito robadas
Llevarse
artículos sin pagar de las tiendas
Llevarse
cosas de un hotel
Robo
disimulado
Declarar
al fisco menos ingresos que lo real
Pagar
algún dinero de tal forma que nadie tenga que reportarlo
Inflar
los gastos
Entregar
un trabajo o una tarea como si fueran propios (plagio)
Fotocopiar
inapropiadamente material con derechos reservados
Comprar
material "pirata" (CDS, películas, aparatos electrónicos)
Fraude
(cuando hay engaño)
Acordar
hacer algo y no hacerlo
Tomar
dinero prestado sin la intención de devolverlo
Desistir
del contrato que se ha firmado
Robo
en los negocios
Hacer
llamadas personales en la oficina sin autorización
Levarse
objetos de la oficina (grapas, clips, papel, plumas, etc.)
No
pagar un sueldo justo
Hacer
falsa publicidad de algún producto
Cobrar
más de lo que vale un producto
Cobrar
intereses excesivos
Vender
algo y no registrar la venta para llevarse el dinero en el bolsillo
Robo
espiritual
Retener
nuestras ofrendas y diezmos. Recordemos las filosas palabras de
Malaquías 3:9-10
No
usar nuestros dones espirituales. Dios nos ha dado dones para
edificarnos los unos a los otros. Al no usarlos, estamos robando al
Cuerpo de Cristo la edificación que Dios quiere.
No
darle a Dios la Gloria por sus hechos en nuestras vidas y adueñarnos
de su honra. Al menos, eso parece cuando no venimos a la adoración
en la iglesia.
Y
la lista podría continuar: ¿Nunca ha regresado algún producto a
una tienda y le dijo al dependiente que el artículo comprado vino
descompuesto cuando en realidad Ud. fue quien lo descompuso? ¿O
nunca le ha llamado Ud. a su jefe para decirle que estaba enfermo
cuando en realidad no lo estaba? ¿Nunca se ha quedado con un cambio
(vuelto) que el cajero le dio de más?¿O no pagar una mercancía que
no se la cobraron? Sí, ya sé que estos ejemplos parecen ser
inofensivos y simples... y justificarnos diciendo que todo el mundo
lo hace. Pero, ¿no son siempre actos de robo? Claro. Porque
básicamente robar es tomar algo que no nos corresponde sea pequeño
o grande.
Un
pastor sintetizó muy bien esto cuando dijo: Estamos hurtándole a
Dios cuando no lo adoramos como deberíamos o cuando colocamos
nuestros intereses antes que los suyos. Le hurtamos a Dios cuando
dedicamos nuestro tiempo para gratificarnos personalmente y no
compartimos con otros el evangelio de su gracia. Le hurtamos al
patrón cuando no trabajamos como somos capaces de hacerlo o cuando
nos tomamos descansos prolongados o cuando nos salimos antes de la
hora correcta. Como
comerciantes, estamos hurtando cuando cobramos demasiado por nuestros
productos o intentamos hacer un "negocio redondo" o nuestro
"agosto" en un campo lucrativo. Hurtamos cuando vendemos un
artículo de baja calidad como si fuera de mejor calidad. Les
hurtamos a nuestros trabajadores cuando los hacemos trabajar en un
ambiente laboral que perjudica su salud o cuando no les pagamos un
salario digno que les permita una calidad de vida saludable y
adecuada, como buscamos para nosotros mismos.
Hurtamos
cuando tomamos un préstamo y no lo pagamos en la fecha convenida o
de plano no lo pagamos. Hurtamos
cuando no administramos correctamente los recursos de otros. Nos
robamos a nosotros mismos cuando malgastamos nuestros recursos como
el tiempo, dinero y talentos. Estamos hurtando cuando egoístamente
gozamos nuestros bienes materiales en excesos cuando otros llevan una
existencia de extrema necesidad: sin alimento, ropa, medicina o
vivienda. Nunca
olvide que Usted representa al Señor en todo lo que hace. La
gente está observando cómo llevamos nuestra vida. Están mirando
que hacemos con las pequeñas cosas. Están buscando algo que les
compruebe que nuestra integridad es verdadera. Esforcémonos
en representar correctamente al Señor. Somos
imagen de Él.
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