Todos
estaremos de acuerdo en que este tema, como casi todos los que se
refieren a la familia, es complejo y controversial. Estas relaciones
en el plano de la convivencia muchas veces se tornan agudas. Esos
chistes acerca de las suegras, nos dan una medida de lo que subyace
en el fondo de este tipo de relación. Tantos chistes y bromas
alrededor del tema de las suegras, puede tener algo de realidad. Pues
hay errores cometidos por los padres que pueden terminar dañando la
relación matrimonial de sus hijos, sin ser esa su intención.
Una
de las historias más hermosas que se han escrito jamás es la
historia de Rut; historia que precisamente trata de la relación
entre una suegra y su nuera. Como es Palabra de Dios entonces esta
historia real y nos comunica un principio de convivencia con esta
parte de nuestra familia, porque quieras o no, los padres de tu
cónyuge son también tu familia. En este caso, Rut honró a su
suegra y fue bendecida, Noemí honró a su nuera y fue bendecida; tú
también puedes ser bendecido si honras a tu familia, porque a igual
que Rut y Noemí estarías honrando a Dios.
Tenemos
también, como ejemplo en las Escrituras la magnífica relación
entre Moisés y Jetro su suegro. También el apóstol Pedro convivía
con su suegra, no podemos decir con exactitud cómo eran sus
relaciones, pero como quiera que hayan sido, después que Pedro
conoció a Jesús, sus relaciones tienen que haber mejorado, porque
así acontece a todos.
Las
nueras y las suegras por lo general son de dos generaciones
diferentes. A menudo hacen las cosas diferentes. En mas de una
ocasión he oído decir: mi nuera no cuida de la casa como yo lo hago
ahora. Pero cuando ella, la suegra, era de la edad de su nuera,
tampoco se interesaba tanto por el orden de la casa. Ahora que es
mayor, le interesa tener cada cosa en su lugar. Así que cuando vaya
a casa de su hijo, cuídese de recordar eso. Y así logrará mantener
una linda amistad.
Noemí
fue tan buena como suegra, que Ruth su nuera, le dijo: "No me
pidas que te deje y me aparte de ti; dondequiera que tu vayas iré yo
y viviré donde tu vivas, tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será
mi Dios. Quiero morir donde tu mueras y ser sepultada allí. Y que
Dios me castigue si permito que algo que no sea la muerte nos
separe". ¿Le diría Usted eso a su suegra?
La
situación de Ruth era muy especial pero podemos destacar la buena
relación que existía entre ambas. ¡Un buen ejemplo a tener en
cuenta!
No
siempre las relaciones familiares son tan especiales como la de éstas
dos mujeres. Los conflictos se presentan aún cuando las relaciones
son buenas, esto sucede debido a que todos somos diferentes y así
como cada uno somos diferentes, en la misma medida somos especiales.
El
matrimonio es un pacto único, no se parece a ningún otro convenio o
contrato. Es en el matrimonio donde la matemática divina demuestra
que los pensamientos de Dios no son nuestros pensamientos, es ahí
donde "uno más uno es igual a uno".
"Y
serán una sola carne". Se llega a tener más confianza en la
esposa, que la que tuvimos con nuestra madre. De igual manera, la
esposa encuentra en el marido un apoyo y una confianza tal, que es
difícil haberla tenido con persona alguna dentro o fuera de la
familia paterna.
En
este pacto lleno de intimidad, de responsabilidad y de valioso
aprendizaje, la intromisión de otra u otras personas, puede ser una
piedra de tropiezo y recordemos que debemos cuidarnos de no ser
piedra de tropiezo para nadie.
Una
madre casi nunca encuentra a una mujer ideal para su hijo. Si una
madre es un poco dominante y logra meterse en el hogar de su nuera,
puede causar un gran daño. Ella sigue viendo a “su niño"
como si estuviera en casa. Quisiera que tuviera las mismas comidas,
el mismo cuidado, que no pase ningún tipo de trabajo, etc. Encima
reclama que la visiten a ella con más frecuencia que a otros
familiares, sólo para continuar viendo y alimentando a su "bebé".
Está enamorada de “su niño" y en sus actitudes, deja
entrever que su nuera es un estorbo.
Pocas
esposas soportan tal presión y si el esposo-hijo no es muy sensato,
entonces sin mas ni menos una madre, se convierte en tropiezo para el
matrimonio de quien quiere tanto. Ella no puede concebir que su mujer
tenga que darle las mismas cosas que ella; que su hijo no se ha
casado con una madre, sino con una mujer que él escogió por amor,
para ser su compañera y que con esta nueva relación su vida ha
cambiado y sus gustos y deberes también.
No
cabe duda que es difícil cuando los hijos se van de casa a conformar
una nueva familia; no obstante, el mayor deseo de un padre es que sus
hijos sean felices, así como la vida que ellos hubiesen querido para
si. Por eso, una vez que los hijos contraen matrimonio, la actitud de
los padres ha de ser de acompañamiento y apoyo, no de críticas y
comentarios destructivos que perturbarán su armonía.
Las
madres de las esposas suelen ser menos agresivas y con frecuencia se
hacen aliadas de sus yernos, pero en los casos en que vivan juntos
puede ser muy problemático. Puedo decir con alegría y gratitud al
Señor, que mi suegra siempre vivió con nosotros y ese tiempo fue de
una gran bendición. Claro, era mujer muy cristiana, muy sensata,
viuda y una gran admiradora de mi ministerio, lo anterior da
referencias para la excepción. Leonor Duran Vda. De Ortiz era el
nombre de mi bella suegra.
La
experiencia personal con mi suegra, me permite decir que una madre
sabia y cristiana, puede ser de gran ayuda para el matrimonio de su
hijo o su hija. Ella tiene experiencia y si sabe guardar la distancia
y respetar las prioridades puede ser de bendición.
Otras
veces las mamás pueden ser hasta inconscientemente enemigas del
matrimonio cuando cuentan lo bueno que es el marido de otras, de la
manera que la trata, lo mucho que la considera, de lo cariñosa que
es y aunque esto muchas veces no es verdad, sin embargo siembra la
envidia y el deseo de imitar en su matrimonio a su amiga o vecina.
Ningún
ser es igual a otro. Ningún matrimonio es igual a otro. La relación
humana es tan compleja por eso. Pues si la esposa comienza a reclamar
que la trate como el esposo de su amiga u otra, esto crea un
sentimiento de frustración y la natural defensa del cónyuge, que se
siente ofendido por la comparación.
En
resumen, el matrimonio es un pacto sagrado y nadie tiene derecho a
entremeterse en él. Es preciso guardar discreción con nuestra
compañera o compañero y no tratar de copiar fórmulas ajenas y
mucho menos recibir consejos de quienes no están capacitados para
darlos.
El
respeto es el que debe reinar en la relación suegros –
nuera-yerno, mantenerse al margen de las decisiones y del modo de
vida de los hijos y sus familias. Los siguientes son los principales
errores que se deben evitar a toda costa:
- Tratar de tener autoridad en el hogar del hijo.
- Criticar los gustos de la nuera en la decoración de la casa que pertenece - exclusivamente a la pareja de casados.
- Imponer su propia manera de criar, tratar y educar a los hijos o sea sus nietos.
- Reclamar mediante comentarios subliminales que el hijo casado siga viviendo en su hogar, pues en el fondo no desea vivir la separación que implica el matrimonio de un hijo.
- Ser cómplice de todos los errores que comete el hijo(a) y entonces se forman como dos bandos: por un lado mamá e hijo(a) y por otro, la esposa(o) quien cada vez se siente más frustrada(o) al no poder ayudar a que su pareja se corrija.
- Hacer toda clase de "maromas" para capturar la atención del hijo sin importarle que descuide su propia relación matrimonial.
Si
bien es cierto que se le recomienda a las nueras amar a sus suegras,
también es cierto que no les estamos diciendo sométanse a sus
suegras. Todo matrimonio debe estar libre de las influencias humanas
foráneas, a la hora de pactar ese matrimonio solo fue entre el
esposo, la esposa y Dios. Sea pues Dios quien reine y dirija, por lo
demás, entendamos que muchos ahí, hacemos estorbo.
Creo
que hay que cuidar esas buenas relaciones y especialmente con los
suegros, siempre he creído que cuando nos casamos no nos casamos con
los suegros pero… hay tenerles todo el respeto, amor y
consideraciones necesarias pues haciéndoles bien agradamos a
nuestros cónyuges. Nuevamente repito lo anterior “Cuando nos
casamos no nos casamos con los suegros pero es bueno llevarnos bien
con ellos , cuidarlos, amarles, respetarle y guardarles todas las
consideraciones posibles…amen DIOS LES BENDIGA
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