Que
el mundo esta lleno de abusadores eso no es ninguna novedad,
pedófilos, zoofílicos, pornógrafos y una larga lista, los cuales
generalmente pasan desapercibidos. Pero los que no pasan
desapercibidos son aquellos que ostentan un cargo que los reviste de
autoridad, causando por ello indignación y mas aun cuando son
autoridades clericales, caben aquí pastores evangélicos de
cualquier denominación y sacerdotes católicos, que engañan a una
persona aprovechándose de su falta de experiencia, ignorancia o de
su ingenuidad.
Intercambiando
e-mail en una acción de consejeria, una hermana en Cristo me
comento: En nuestra congregación estos temas no son asuntos de
discusión. Escasamente se le dice los miembros de la iglesias como
identificar a los pastores que abusan de la congregación. rara vez
se nos dice que hacer al respecto. Y cuando alguno alza la voz, el
resto de la congregación lo hacen a un lado. Lo satanizan.
En
nuestras congregaciones los pastores deberían enseñar más a menudo
cómo identificar pastores falsos, pastores abusadores, pastores que
maltratan a sus ovejas. Pero lo que si enseñan, es obediencia al
pastor, respeto al pastor, únase con el pastor....etc.
Ciertamente
que mantener una relación asidua con nuestros lectores, nos va dando
una experiencia grande en cuanto a la temática de cada semana.
Hablar de autoridades que abusan de la feligresía, es difícil y
peligroso, pero el caso es tan indignante que hay que hacerlo.
Reviento en cólera y tristeza a cada noticia de los medios de
comunicación sobre estos abusos, por ello después de orar, hace
días empecé este articulo, le conté de ello a un amigo Pastor y le
envié un borrador, su respuesta no se hizo esperar: “Me gusta, es
necesario hablar de ello, de denunciarlo, quiero unirme e
identificarme totalmente con este articulo, quizás no lo sabes, pero
he sido pastor por cerca de 30 años y he visto como este tipo de
abuso, causa una enorme destrucción en el pueblo de Dios y deja
sumidos a muchos nuevos creyentes en un mundo de culpa y confusión.
Gracias por elevar una voz de denuncia, contra aquello que no esta
bien, pero que muchos aceptan, ignorando los verdaderos principios
bíblicos”
Ya
entrando en materia iniciaremos diciendo que nuestro mundo está
amenazado por dos grandes peligros respecto al problema de la
autoridad.
Por
un lado tenemos la influencia humanista, que trata de anular la
autoridad, proclamando derechos y slogan permisivos, que promueven
más que un principio de autoridad recta, un anarquismo y una
tolerancia excesiva, en donde no hay deberes, solos derechos,
principalmente con la tan sonada "doctrina social del género"
que equipara al hombre y a la mujer al mismo nivel de autoridad y
roles familiares y sociales, sin tomar en cuenta el orden bíblico.
Por
otro lado, hay una tendencia a producir un sistema de intromisión
abusiva de una persona o una autoridad en determinados asuntos,
produciendo autoridades caciquista o apostólicas, que además de ser
absorbentes, se convierten en piramidales o herenciales, con poderes
extremos, donde la confianza ciega a un líder lleva a sus seguidores
a una esclavitud avasalladora.
Es
bueno establecer que los grandes falsos profetas que han existido y
que condujeron a muchos al suicidio colectivo, comenzaron acentuando
su autoridad mediante el uso y abuso de las profecías o visiones
propias.
Es
necesario saber distinguir entre un líder que actúa con paternidad,
considerando a sus ovejas como hijos espirituales y aquel que los
considera una pieza dentro de un engranaje, en donde la cantidad y el
dinero opacan la calidad y la entrega a sus ovejas.
Debemos
ser consientes que nadie, por mas autoridad o titulo que ostente
tiene el derecho de imponer criterios, si los mismos no nacen de la
Palabra y son confirmados por el Espíritu Santo.
Hasta
dónde puede estar un cristiano en sujeción a otro... hasta donde la
conciencia se lo permita; hasta donde su conocimiento de lo bueno y
lo malo, le marquen y avisen que están pasándose de la linea
divisoria.
Ni
cura o un obispo, ni a un concilio de pastores, ni a nadie en la
tierra, nos pueden sujetar a cosas que violen nuestra conciencia o
que vayan en contra de la Palabra de Dios. Hay que dejar, hay que
salir de aquellos lugares que no vivan de acuerdo a lo que la Biblia
enseña.
Sobre
este tema leí un artículo que aunque no tenía nombre, me pareció
muy apropiado para este estudio y deseo transcribirlo textualmente y
dice así: "¿Hasta dónde debe uno sujetarse a un ministro?:
Con base en todo lo que hemos estudiado hasta aquí, no hay duda de
cuáles son los límites de la autoridad espiritual de un pastor o
predicador. Cualquier líder, secta o religión que pretenda exigir
una obediencia más allá de lo que la Biblia enseña claramente,
está fuera de autoridad y no estamos obligados a hacerle caso.
Cualquier liderazgo que nos pida algo que es contrario a los claros
mandamientos de Dios está él mismo en rebeldía. Nos está pidiendo
que pequemos y el deber de todo cristiano es desobedecerlo.
Resistiendo la tiranía religiosa”
Es de
gran y trascendente importancia que entendamos este último concepto.
No sólo tenemos el derecho de desobedecer a un ministro si éste nos
pide que hagamos o creamos algo que a todas luces es contrario a los
principios de la Palabra de Dios. No sólo podemos desobedecerlo.
Tenemos la obligación ,oral y espiritual de desobedecerlo o de lo
contrario pecamos contra Dios.
Para
muchas personas y/o hermanos en Cristo, nacidos en iglesias
permisivas a este tipo de abuso clerical, lo anterior les puede
impactar a tal grado que lo encuentre chocante y es lógico que eso
suceda; pero lo podemos comprender mejor reflexionando y
respondiéndonos a las siguientes preguntas:
¿Alguien
le haría caso a un ministro que le dijera que golpee a su esposa?
¿Tenemos
que obedecerle a un líder que nos pida algo inmoral? (Robar por
ejemplo)
¿Debemos
quedarnos callados cuando un pastor nos pide que seamos cómplices de
fraudes o engaños?
¿Alguien
estaría obligado a hacerle caso a un ministro que le dijera que
encubra un delito?
¿Debemos seguir congregándonos con pastores
mujeriegos o curas abusadores de niños?
Estoy
plenamente seguro que a eso responderíamos: Jamás, Nunca, Primero
me voy, etc. A esas respuesta déjeme agregarle que no hacerles caso
no sería pecado ni "rebeldía" ante Dios. Todo lo
contrario: nuestra obligación ética y cristiana, sería no hacerle
caso.
Debemos
tener muy claro que si un liderazgo utiliza métodos de presión como
amenazas de expulsión o excomunión, o ponernos etiquetas, o decir
que "no debemos juzgar", cuando lo cuestionamos, o para
manipularnos y tratar de obligarnos a hacer algo que es contrario a
Cristo, la conciencia y la razón, no está usando el principio de la
autoridad espiritual, sino el principio de la tiranía y del
autoritarismo, el cual lejos de tener aprobación divina, es
diabólico.
Cuidemos
de saber a donde estamos congregarnos, recibo a veces solicitudes de
consejería de personas que creen estar en una iglesia de Cristo y
están en una secta, dicho sea de paso son congregaciones propicias
para que mas fácilmente se de este tipo de abuso.
Dentro
de las nuevas corrientes evangélicas, esta expresión de conducta
prolifera y debemos enfatizar que nadie, por mas unción que diga
tener, puede o debe avasallar las ovejas como que fueran borregos.
Tales abusos deben denunciarse.
No
olvide que también el abusador ofrece mimos, cariños, regalos,
junto con amenazas y engaños.
Sobre
esto aún se ha reflexionado poco, muy poco, diría yo. Queda
pendiente seguir profundizando. Con gusto me ofrezco a aportar
reflexiones sobre inquietudes de nuestros lectores y lectoras. Pueden
dirigirse a igelrenuevo@hotmail.com
o entrar a nuestros blog “Reflexiones con el Pastor Saúl Guevara”
o “Pastor Saúl Guevara 55 y más” y desde esos lugares
escribirnos. Al responder respetaremos sus opiniones, no
mencionaremos en absoluto nombres de las personas que nos hayan
escrito, ni divulgaremos su situación.
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