Para El Día Mundano Del Amor: El Varón Y Su Varona



Veo como en días anteriores el mundo celebraba el día del Amor y la Amistad y observo como en la televisión un cargoso comediante hace chistes sobre el matrimonio, especialmente sobre las esposas... ¿Será para esto que sirven las esposas, para hacerlas chiste? Seguramente muchos hombres dirían que sí pues son estos mismos los que hablan del matrimonio que es una esclavitud, un cautiverio, un martirio.

En realidad, los comediantes han usado el matrimonio como tema de una infinidad de chistes. ¿Por qué será? Refleja el hecho de que aunque puede ser la causa de una gran felicidad, también puede ser causa de gran dolor en el corazón de las personas.

Para conocer el propósito original de Dios para el matrimonio, tenemos que comprender el diseño original, pues así podremos distinguir lo que debe ser el matrimonio y las múltiples formas en que se daña y se pervierte su propósito.

Génesis 2:18..25 NVI "18 Luego Dios el SEÑOR dijo: "No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada." 19 Entonces Dios el SEÑOR formó de la tierra toda ave del cielo y todo animal del campo, y se los llevó al hombre para ver qué *nombre les pondría. El hombre les puso nombre a todos los seres vivos, y con ese nombre se les conoce. 20 Así el hombre fue poniéndoles nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo. Sin embargo, no se encontró entre ellos la ayuda adecuada para el hombre. 21 Entonces Dios el SEÑOR hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras éste dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida. 22 De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el SEÑOR hizo una mujer y se la presentó al hombre, 23 el cual exclamó: "Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará "mujer" porque del hombre fue sacada." 24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser. 25 En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza."

1. Lo primero en ver es la necesidad de una compañera

Las primeras palabras que Dios pronuncia son: "No es bueno..." En el Génesis, Cap. 1, vemos repetida una y otra vez la frase: "Y Dios vio que era bueno". Ahora, sin embargo, se presenta algo que no es bueno. ¿Qué es ese algo?... Es la soledad.

Antes de corregir la situación, Dios hace algo para preparar a Adán. Dios había dado al hombre el dominio sobre todos los animales. Para que el hombre ejerciera su dominio sobre todos los seres creados, Dios se los mostró para que les pusiera nombre. Sin embargo, Dios tenía otro propósito adicional en hacer que el hombre viera todos los animales. Mientras pasaban los animales delante de él, Adán empezó a notar algo. Cada animal, cada ave, cada pez tenía su pareja.
Así empezó en Adán una pregunta: Si todos estos animales tienen pareja, ¿por qué es que yo no tengo? Aunque Adán empezó a darse cuenta de que a él le faltaba alguien. Dios le hizo ver su necesidad antes de proveerle la solución.

Ahora bien, hay algo muy profundo aquí. Es la realidad de que Dios nos creó como seres sociales para vivir en relación y la relación matrimonial es la relación principal y básica.

Los discípulos le preguntan a Jesús cuáles son las condiciones permisibles para el divorcio y Jesús les dice que sólo el adulterio hace permisible el divorcio. Los discípulos, quizás en broma, responden: ¡Entonces es mejor no casarse! Jesús no se deja atrapar. Les dice que sólo algunas personas han recibido el don de quedarse solteros y vivir contentos. Pero aun para estas personas, sin embargo, existe la necesidad de la comunión y la compañía.

Si Dios te ha llamado a ser soltero, aunque sea solamente por un tiempo, reconoce que necesitas la comunión con otras personas de ambos sexos. El matrimonio no es la única forma de encontrar esa comunión, aunque es la única situación en la que se puede expresar sexualmente.

Sea cual fuera nuestra situación, todos necesitamos del apoyo de otros seres humanos, porque no es bueno que estemos solos. Muchos de los problemas en los que nos metemos surgen cuando tratamos de llenar esa necesidad de formas incorrectas. En el principio, Dios nos creó para vivir en relación.

¿Qué clase de persona creó Dios para acompañar a Adán? Consideremos...

2. La naturaleza de la compañera

Esta historia nos enseña muchas cosas acerca de la naturaleza de la mujer y corrige muchos de nuestros errores. La primera cosa que nos describe es su origen. Nos dice que la mujer fue creada de una costilla del hombre. Dios le abrió el costado, en otras palabras y sacó la costilla con su carne para crear a la mujer.

Algunas mujeres dicen que Dios usó la oportunidad para perfeccionar su trabajo en el hombre cuando creó a la mujer. Pero Dios no crea algo imperfecto; más bien, vemos que los dos, hombre y mujer, fueron creados perfectamente bien para sus propósitos.

Vemos con claridad que el hombre y la mujer comparten la misma carne y el mismo hueso. Hoy esto nos parece obvio, pero en el contexto dentro del cual se escribieron estas palabras, era un concepto revolucionario. Había muchos cuentos acerca del origen de la humanidad en las naciones que rodearon a Israel y ninguno de ellos le daba importancia a la mujer.

Génesis es único en presentar a la mujer como compañera y socia del hombre en la vida. Sin embargo, nos preguntamos: ¿No presenta este relato a la mujer como inferior al hombre? Algunas personas han pensado que eso significa la frase "ayuda idónea". ¿Será que la mujer sólo le sirve al hombre como una especie de sierva o esclava?

Cuando estudiamos la frase, descubrimos que esta idea está completamente equivocada. En primer lugar, la palabra traducida "ayuda" se refiere en muchos otros pasajes a Dios. Por ejemplo, el Salmo 118:7 dice: "El Señor está conmigo, él es mi ayuda". ¡Esa es la misma palabra que se aplica a la mujer! Así que, llamar a la mujer ayuda del hombre de ninguna forma la desprestigia. Al contrario, indica que los hombres necesitamos ayuda.

La palabra "idónea" indica lo mismo. La palabra hebrea que se usa implica que los dos comparten cualidades y características. Indica la igualdad de la mujer al hombre.

No debemos de ignorar que la creación del hombre se describe primero y que la Biblia lo llama cabeza del hogar. El hombre tiene una responsabilidad de liderazgo dentro de la familia y la Iglesia. Sin embargo, nunca debemos de considerar inferior a la mujer, como lo han hecho algunas personas muy equivocadamente.

La pregunta a los hombres sería: ¿Consideran a sus esposas como ayuda idónea? ¿Se dan cuenta de la bendición que han recibido al tener a sus esposas? Consideren si han considerado en algún momento a sus esposas como inferiores, como esclavas, como menos que ustedes. Si lo han hecho, pídanle perdón a Dios y a sus esposas.

3. La norma para la compañera

Partiendo de la realidad de que la mujer fue creada del hombre, la Biblia declara que el matrimonio representa la unión en una sola carne de dos seres. Esto significa que el matrimonio es una relación para toda la vida.

Lo que muchas veces ignoramos es que cuesta trabajo mantener esa relación. En el principio, el romance y la atracción mutua parecen garantizar una relación eternamente feliz. Con el transcurso del tiempo, sin embargo, las cosas se vuelven más difíciles.

La base de la sociedad es un matrimonio sólido. A veces encuentro familias que han llegado a tener problemas y escucho comentarios como: "Estamos juntos por los niños". Me entristece oír esto, no porque creo que estarían mejor divorciados, sino porque se pierde mucha felicidad en estas situaciones.

Los niños no son tontos; saben que algo no está bien entre sus padres. ¿Cómo aprenderán ellos a llevar un matrimonio feliz? Al ver el modelo de sus padres, muchos pensarán que el matrimonio no vale la pena.

Lo mejor para todos es que el matrimonio sea la base y el centro del hogar. Sin embargo, esto requiere de trabajo por parte de los dos. Un matrimonio duradero y feliz sólo surge cuando ambos están dispuestos a sacrificar sus propios intereses por el bien del otro.

Una señora anciana celebraba su aniversario número cincuenta y decidió compartir el secreto de tantos años de matrimonio: "Cuando nos casamos, decidí escoger diez fallas de mi esposo e ignorarlos por el bien del matrimonio". Sus oyentes le pidieron la lista. "Nunca la hice", dijo la señora, "pero cada vez que mi esposo me irritaba, yo pensaba: Felizmente para él, es una de las diez".

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