Un
refrán muy sabio, creo que ha igual a muchos, la primera vez que lo
escuche fue como un consejo de mis padres, luego de mis maestros en
los tiempos de estudiante y ahora de igual manera lo traslado en los
diferentes lugares y situaciones que como pastor he tenido que vivir.
Parece
que el ser humano es experto en sacar leña del árbol caído o dicho
de otra forma, experto en criticar y juzgar los errores ajenos y a la
vez pregonar que él lo hubiera hecho mejor o no hubiera cometido los
errores que otros cometieron, cuando la realidad es que nunca lo han
intentado ni lo intentarán.
Esta
actitud pasa en la familia, en la empresa, en las instituciones
educativas, en la vida política y en casi todos los aspectos de la
vida.
Ante
el árbol caído descubrimos corazones muy distintos. El árbol caído
está ahí, al alcance de todos. Cualquiera puede llegar para
arrancar sus ramas, partir su tronco, usar su leña para el fuego o
para las mil posibilidades de la carpintería.
Llama
la atención lo que pasa por ejemplo en una institución cuando un
compañero o hermano o una autoridad se equivocan. En lugar de ser
solidarios y buscar soluciones al problema o sugerir formas de evitar
que se repita el error, se ensañan en criticar, en acusar y en
manifestar abiertamente que ellos mismos no hubieran cometido tal
error, lo cual enrarece el ambiente y afecta la convivencia social y
por supuesto, no soluciona ni mejora nada. Parece que es mucho más
fácil hacer leña del árbol caído que tumbar el árbol.
Es
fácil arrojar piedras sobre quien está caído. Es fácil señalar
con el dedo a quien, desde un puesto público, pudo haber tenido un
mal momento. Es fácil, sobre todo, inventar acusaciones, promover
rumores, sacar a relucir historias del pasado difícilmente
comprobables, con tal de destruir la reputación de una persona que
resulta incómodo.
Es
triste ver a quien se alegra de la derrota ajena. Es triste, sobre
todo, ver cómo algunos disfrutan y se ensañan cuando los que caen
son gente de valor. La prensa destaca con titulares el escándalo de
alguna persona, muchas veces sin comprobar si la noticia es cierta.
Escritores famosos o simples lectores preparan cartas llenas de
rabia, como quien ha encontrado un signo de victoria, un trofeo que
lucir y con el que desacreditar a las personas que no pueden encarar
personalmente.
Estas
conductas, poco solidarias, no son exclusivas de una institución, en
toda disciplina, profesional o no, se dan similares actitudes. El
viejo refrán "Hacer leña del árbol caído",
desafortunadamente, se mantiene vigente.
La
iglesia tiene la naturaleza divina porque es iluminada, congregada y
santificada por el Espíritu Santo. También lo es porque Jesucristo
es su cabeza, principal piedra del ángulo, y novio. Pero todos los
que formamos parte de ella somos seres humanos, con la doble
condición de regenerados, pero aún se expresa en cada uno, el viejo
Adán, la naturaleza pecaminosa.
¿Qué
estoy diciendo?
Digo
que también nosotros caemos en el pecado de "Hacer leña del
árbol caído". Escrito en forma directa, destrozamos a nuestros
hermanos en la fe, a nuestros compañeros de trabajo, etc. cuando han
caído. Acabamos con la reputación, por razones bajas, de aquellos
que nos caen mal y la desgracia bien sea por la pérdida del hogar,
la salud, el trabajo o el bienestar, en lugar de ponernos a su lado
para ayudar en su restauración física y espiritual.
En
el evangelio de Mateo 18:15..20, el Señor enseña lo qué debemos
hacer con un hermano que comete pecado. El texto apunta a una meta:
La restauración del hermano caído. Déjeme aclararle que aun cuando
no le guste este estilo, no es a mi estilo o al suyo, es al estilo
que Dios enseña en la Biblia.
El
texto comienza diciendo " Por tanto, si tu hermano" Está
hablando del que es parte de nuestra vida cotidiana en donde nos
desenvolvemos y no solo de la iglesia.
Continua
el texto "peca contra ti" esta definiendo una relación
directa y perjudicial contra tu persona y no contra el Fulanito o
fulanita que te cae bien, no hay porque sudar calenturas ajenas.
Luego
indica cómo debemos actuar "Ve y repréndelo estando tú y él
solos". "Solos", quiere decir en privado, con
discreción. Quedan descartados el chisme, la murmuración y el
comentario a otros, porque actuar así, es tan pecado, como el que
está cometiendo el hermano.
En
el caso particular de una autoridad antes de criticar hay que
entender que para equivocarse hay que primero pasar a la acción,
puesto que actuando es la única forma posible de triunfar o por lo
menos de equivocarse.
Un
empleado que nunca ha sido jefe, no cometerá los errores de su jefe
hasta tanto no ejerza el papel de jefe, luego, por más que pregone y
presuma que nunca lo haría tan mal como lo hace su jefe, no
significa que se es mejor que quien ha cometido los errores. Hasta
tanto no se intente, no se es más que un hablador.
La
humanidad reboza de individuos que se dedican a criticar sin aportar
soluciones. Individuos que son buenos para juzgar pero no para
actuar, ni siquiera para proponer que es tan positivo y válido como
actuar. Individuos que simplemente se limitan a decir "yo lo
hubiera hecho mejor".
Una
cosa es creer y pregonar que lo haremos mejor y otra cosa muy
distinta es por lo menos hacerlo igual o peor que quien se equivocó.
Si
has caído en este tipo de baja acción, no te condenes, tienes las
fuerzas y el valor necesarios para ya no mas caminar ese sendero y si
no puedes apóyate en Jesucristo.
Vive
cada instante de tu vida, con intensidad, con amor, sin razón ni
medida, solamente vive a plenitud cada momento que la vida te ofrece.
Si
estas pasando pruebas, supéralas, es un reto, pero disfruta al
superarlas y alcanza tus metas sin miedo, sin rendirte. Porque el
fuerte lucha jamás se rinde. Recuerda que la Biblia te enseña "Mas
fuerte es el que hay en ti, (Jesús cuando lo has recibido), que el
que esta afuera"
Si
tropiezas y caes, levántate no te des por vencido antes de empezar,
y si volvieras a tropezar y de nuevo caer, levántate con mas ímpetu
y más fuerzas de luchar que antes, No hay obstáculos que no se
puedan vencer.
No
te afanes a lo material, es necesario, pero no imprescindible. Vive
con humildad esto, te hará grande ante los demás.
Da
todo cuanto puedas sin esperar nada a cambio, pero hazlo que salga de
tu corazón, nada impuesto es bueno. Dios te sabrá recompensar. Vive
con sencillez no hagas alarde de lo que eres o posees, has sido
bendecido por Dios al obtenerlo. No hagas leña del árbol caído.
Ten presente que en algún momento de la vida, tal vez hayas estado o
puedes estar en las mismas condiciones.
No
permitas en tu vida, la mediocridad, ni la hipocresía, son
sentimientos vanos y bajos, que solo conllevan a la tristeza, la
amargura y la soledad. Aleja de ti los malos pensamientos, la rabia,
la venganza, la envidia, la soberbia y la mentira, corroen tu alma y
dañan tu corazón.
Abre
tu corazón al amor y al perdón, esto te hará libre y dejará fluir
la nobleza que habita en él. "Vive a plenitud cada instante de
tu vida, sin tener presente el ayer, sin pensar en el mañana, solo
vive hoy la vida que Jesucristo te regala"
Porque
la Vida es Bella y Vale la Pena Vivirla
Precioso analisis... en verdad me encanto
ResponderEliminarEsta hermoso, tan claro y tan cierto, que ame esta reflexión porque cuando DIOS esta en tu corazón uno entiende mejor,
ResponderEliminarLa gente más sabia es la que tiene a Dios en su corazón y anda por ese camino de rectirid, Dios es el único ser del universo que nos puede juzgar y nos amolda a ciertas situaciones para ser mejores personas, con más sensibilidad hacía todo lo que nos rodea, nos hace seres más fuertes a la vez nos hace sus guerreros
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