Tratando De Engañar A Dios


Por favor leer en su Biblia: Hechos 5:1..16. El engaño desagrada a Dios mientras que la honestidad y la sinceridad traen su bendición.

En la iglesia primitiva, la unidad entre los creyentes era tan fuerte que se describía como "un corazón y un alma" (Hechos 4:32). los miembros de la Iglesia se hacían cargo de las necesidades financieras de los que tenían menos recursos. No hay indicación de que los apóstoles "ordenaron" la venta de propiedades o la colecta de dinero en un solo fondo. Por lo que se entiende fue un acto espontáneo producto de la presencia del Espíritu Santo.

Pero en este nuevo ambiente, el enemigo hace surgir el pecado por medio de un engaño.

Hechos 5:1..4, nos habla de una mentira deliberada, la culpa no cae exclusivamente sobre el hombre o su esposa, las Escrituras indican que ellos participaron en esto juntos. Ninguno podía señalar al otro con el dedo para decirle: "Tú tienes la culpa."

¿Les parece a ustedes que esta pareja planeó esto de antemano?

No hay duda que el engaño de ellos fue planeado. La frase "sabiéndolo también su esposa" es la clave. Esto significa que ella conocía todo muy bien. En un momento dado ellos se habían puesto de acuerdo en lo que harían.

Básicamente, el pecado de Ananías y Safira estaba fundamentado en su deseo de ser reconocidos e importantes sin pagar el precio. Otros vendían sus propiedades y traían todas sus ganancias a los pies de los apóstoles para formar un fondo común. Ananías y Safira que querían ser reconocidos por los demás, también vendieron alguna propiedad. La información de Lucas en el versículo 2 de que "sustrajo del precio" nos alerta al hecho de que estamos viendo los motivos impuros y egoístas de esta pareja.

Un hecho notable, es el de que Espíritu hace un juicio Inmediato.

Los cristianos con quienes Ananías y Safira se juntaban eran generosos y cariñosos; daban un gran ejemplo del desinterés. Sin embargo, en medio de este hermoso ambiente espiritual, estos dos se atrevieron a hacer el papel de hipócritas.

Estas personas fueron necias al creer que su engaño no sería descubierto.

El juicio bajo la mano de Pedro fue rápido. Ananías había permitido que Satanás invadiera su corazón y lo controlara. La gente a veces usa la expresión "el diablo me hizo hacerlo", pero esto es una mentira. Satanás puede tratar de forzamos a hacerlo, pero jamás podrá "obligarnos" hacer nada. Dios nos creó con libre albedrío y nosotros tenemos la capacidad para elegir.

¿Por qué dijo Pedro que Ananías había mentido al Espíritu Santo?

La Iglesia que somos nosotros, es el lugar donde el Espíritu de Dios habita. Un pecado contra la Iglesia es un pecado contra Dios. Si este pecado no hubiera sido castigado, la Iglesia sobre la cual el Espíritu Santo preside se hubiera debilitado.

El versículo 4 deja en claro que Ananías y Safira no tenían que entregar todo el dinero de la venta de su propiedad. Ellos podían haber dado cualquier porción o nada. Realmente, ellos ni siquiera tenían que venderla. Sin embargo, fingieron que estaban poniéndolo todo en el altar.

Es razonable suponer que mientras esto ocurría, Ananías y su esposa asistían a las reuniones de la Iglesia. Se juntaban con creyentes cuyos corazones eran puros y cuyas acciones eran sinceras. Para poder realizar su malvado plan, tuvieron que cerrar su corazón al Espíritu Santo. Tuvieron que endurecer su conciencia. El relato de su pecado es una advertencia a la Iglesia de todas las edades y tiempo.

Hechos 5:5..11 Ya nos presenta como se Castiga el engaño. Las últimas palabras que Ananías escuchó antes de morir fueron: "No has mentido a los hombres, sino a Dios."


Esa era la última acusación que él esperaba oír en una iglesia. Sin embargo, esto enfatiza nuestra responsabilidad de guardar nuestra vida pura. No podemos depender de la espiritualidad de otros para cubrir nuestro pecado.

Pedro no le dijo a Ananías que iba morir. Él simplemente anunció el terrible pecado que Ananías había cometido. El juicio vino del Espíritu Santo, no del apóstol. Después, varios jóvenes de la iglesia envolvieron su cuerpo y lo llevaron al cementerio.

Nos habla también de la misma pena para su cómplice, dice que tres horas más tarde apareció Safira, sin saber lo que le había ocurrido a Ananías.

Pedro permitió que Safira declarara su propia sentencia, le dio una oportunidad. Una vez más es evidente que el hombre y su mujer habían acordado y ensayado lo que iban a decir. Cuando Pedro le preguntó si la cantidad que Ananías había traído era el precio total, Safira respondió que sí sin ninguna vacilación.

El Espíritu Santo le reveló a Pedro que Safira también moriría. Ella era tan culpable como su esposo. Ellos habían convenido "en tentar al Espíritu del Señor". Los jóvenes que habían enterrado a Ananías estaban de pie en la puerta, prontos para repetir lo que habían hecho tres horas antes. El anuncio de Pedro no vino de su propia mente. Fue el veredicto y juicio del Espíritu Santo, el gran Vigilante de la Iglesia. Nadie debe creer que la paciencia de Dios significa que Él es débil o que tolera el pecado.

¿Por qué trató Dios tan severamente con este engaño? La iglesia estaba poniendo sus cimientos y Dios en su sabiduría vio que si este tipo de hipocresía no fuera castigado, sería como una infección que contagiaría a todo el Cuerpo de Cristo.

¿Por qué es que Dios no siempre trata tan rápidamente con los cristianos cuando pecan?

Si Dios tratara tan severamente a todos los que merecen ser castigados, la gente le serviría, pero no por amor, sino porque temerían no hacerlo. Tendríamos una Iglesia llena de gente intimidada. Si Él siempre respondiera al pecado en la Iglesia con un castigo rápido y público, pronto existiría una atmósfera tensa en vez del gozo y la libertad que el Espíritu trae.

Los efectos de este juicio repentino se ven en el versículo 11... Y "todos los que oyeron estas cosas" también fueron afectados.

El juicio de Dios sobre Ananías y Safira había producido un temor que hizo que toda la comunidad mirara a la Iglesia con temor y respeto. El ambiente que predominaba durante este tiempo guardó a la iglesia de personas que buscaban unirse a ella sólo por notoriedad: "De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos" Hechos 5:13.

Nunca debemos asumir la actitud presuntuosa de Ananías y Safira. Nadie puede imaginarse llegar a ser dominado el espíritu que engañó a Ananías y Safira. No obstante, debemos siempre estar atentos a las trampas de Satanás. No debemos ignorar su actividad. Y esta actitud de querer engañar a Dios en estos tiempos es bastante común.

Esposa esposo, novio novia, amigo amiga, compañero compañera, hermano hermana, se ponen de acuerdo para querer engañar a Dios.

Ananías y Safira estaban dispuestos a practicar el engaño para ser vistos con aprecio por los miembros de la Iglesia. Esta pareja permitió que la avaricia entrara en su corazón; se habían propuesto a no hacer el mismo tipo de compromiso financiero que los demás o como Dios lo prescribe. Nuestra actitud hacia el dinero puede ser una verdadera prueba de nuestro carácter.

Cuidado, Satanás ciega la mente de aquellos que permiten que él los controle. Aun cuando su pecado no sea descubierto en esta tierra, tendrá que enfrentarlo en la eternidad. En el Huerto del Edén, Satanás le dijo a Adán y Eva que ellos no serían castigados por su desobediencia y hoy él promueve la misma mentira. Qué maravilloso es poder mantener nuestra conciencia limpia y nuestro espíritu libre de toda culpa al guardarnos fieles a Dios.

Hagamos Las Cosas Como Dios Dice Que Deben De Ser Hechas.

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