De
seguro en mas de una ocasión has escuchado: “el hermano se fue al mundo”, ” mi
hija lo único que hace es escuchar música del mundo”, “el mundo se metió en la
iglesia”. Como cristianos entendemos la idea de estas frases pero, imagina qué
se pasará por la cabeza de alguien que escucha por primera vez este tipo de
lenguaje.
Como
comunidad que somos, es inevitable que tengamos una forma de expresarnos muy
singular, pero a veces nos pasa que las palabras que usamos y cómo las usamos
no comunican correctamente la verdad.
Cada
vez que alguien habla así del mundo, en términos mordaces, le esta poniendo
cuernos y cola al mundo. La razón la basan en “Es que Santiago 4:4 dice que la
amistad con el mundo es enemistad con Dios”. Entonces si hacerme amigo del
mundo me pone de enemigo de Dios debe ser porque el mundo y Dios no se llevan
muy bien. Con esta mala lógica (sin contexto) se llega a que el mundo es el
enemigo de Dios entonces los cuernos y la cola le quedan perfectos.
Al
ver el mundo con esos ojos, que lo circunscriben a lo que el hombre hace, es
decir al pecado, podemos encontrar la razón del por qué algunas iglesias han
preferido convertir sus templos en campos de supervivencia, donde sus miembros
deben pasar la mayor parte del tiempo para no contaminarse con “lo de afuera”,
a la espera de que Cristo regrese a poner orden en el caos.
No
podemos negar todo lo feo y triste que está ocurriendo en el mundo en este
mismo momento, pero tenemos un Dios que mira aún mas profundo. A pesar de lo
golpeado y roto que está, encuentra valor en él y lo ama a tal punto de dar su
vida por él.
Lo
hizo al venir como hombre, nacer de una mujer, caminar por Tierra Santa, hablar
un lenguaje humano, entrar en el vecindario, desarrollar una profesión, comer
con las personas, tener amigos, participar de las tradiciones de su pueblo,
sanar, alimentar, enseñar, a todas estas cosas, Jesús les dio valor.
Es
cierto que el pecado es una desgracia en la historia humana, pero el pecado es
lo que el mundo hace, por lo tanto no resume todo lo que el mundo es.
Dios
al crear al mundo, no creó basura desechable, hizo una creación maravillosa y
puso a sus criaturas en él y al hombre y la mujer para que lo cuidasen y
fructificaran. Este es el mundo que Dios ama del cual habla Juan 3:16.”porque
tanto amo Dios al mundo que...”
Comprendemos
como debe ser nuestra relación con el mundo y como debemos convivir en él,
cuando ponemos atención a lo que dijo Jesús al orar en Juan 17:15..18 “No ruego
que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como
tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”
Jesús
dejó claro que su voluntad es que habitemos este planeta y estemos en el mundo.
No somos de este mundo porque ahora somos de Cristo y no estamos bajo la ley
del pecado sino que somos santificados en la verdad.
Dios
NO nos quita del mundo porque tenemos un propósito para estar aquí. Ese
propósito lo vemos en el v.18 y es que hemos sido enviados al mundo para
amarlo, preservarlo y reconciliarlo con su creador, como continuadores del
ministerio de Jesús.
Si
la esencia de la iglesia es el amor de Cristo al mundo no podemos cumplir
nuestra misión creyendo que el mundo es una basura que no tiene valor. Perdemos
el propósito si nos refugiamos detrás de las gruesas paredes del templo y nos
convertimos en una comunidad cerrada y aislada, que con el tiempo deja de
entender los asuntos humanos, lo que pasa en el vecindario, perdiendo incluso
la capacidad de comunicarse en un lenguaje que los conecte con su contexto.
La iglesia no esta para los de adentro sino para los de
afuera. Miremos a este mundo sin temor y con esperanza, con los ojos de Jesús,
llenos de amor y compasión, que ven el valor eterno de una creación maravillosa
y sus criaturas y lo saben comunicar a quienes más lo necesitan escuchar.
Nuestro
lugar es en el mundo,
nuestra misión es para el mundo.
Necesitamos el poder del Espíritu Santo.
Ciertamente las influencias mundanas están minando con fuerza a los creyentes
de diferentes denominaciones. Hoy día no se distingue entre lo sacro y lo
secular, entre los cristiano y lo mundano. Por eso urge un mensaje de poder,
para que podamos darnos cuenta por quien en realidad estamos siendo guiados, si
por el espíritu del demonio y por el Espíritu Santo.
La Biblia nos enseña que cuando los
espíritus del demonio poseen a las personas, estas personas son diferentes a
como eran antes, por ser controladas por ellos. Se refleja en lo físico. Tiene
una mirada vacía y vidriosa, se les nota que tienen un espíritu inmundo que los
controla totalmente. Cuando caen en éxtasis sus ojos están cerrados y cuando se
trata de abrir, corren sus ojos hacia arriba, mostrando la parte blanca.
Aparte de eso un endemoniado tiene una
fuerza tremenda. Marcos 5:3. Sus acciones son violentas, se hieren, muerden,
gritan aruñan, patean y golpean. Esto es lo que hace una persona controlada por
un espíritu inmundo.
Si las persona controladas por el espíritu
inmundo actúan de esta manera, ¿Cómo debe de actuar una persona que tiene la
plenitud del Espíritu? ¿Cómo debe de actuar un cristiano que esta lleno del
Espíritu Santo de Dios? Yo creo que debe haber evidencias tangibles de esa vida
llena del Espíritu.
La Biblia cita numerosos pasajes que nos
muestran a personas llenas del Espíritu Santo.
- La Llenura Del Espíritu Es Para Los
Creyentes.
Juan 14:17 – “el Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le
conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros”
- La Llenura Del Espíritu Santo Es
Privilegio De Todos.
Hechos 2:4 - Y fueron todos llenos del
Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les
daba que hablasen.
- Para Tener Esta Llenura Es Necesario
Buscarlo En Oración.
Hechos 4:31 - Cuando hubieron orado, el
lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu
Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
- Evidencias De Esta Plenitud.
Efesios 5:19 - Hablando entre vosotros con
salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con vuestro corazón
al Señor; dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, a Dios, el Padre;
a)
Se obtiene una conversación diferente.
b)
Se obtiene un nuevo cántico.
c)
Se vuelve uno agradecido.
d)
Se convierte uno en siervo.
Una persona poseída por el Espíritu de
Dios. Tiene que tener como frutos. Efesios 5:21 “Amor, Gozo, Paz, Paciencia,
Benignidad, Bondad, Fe, Templanza. Mansedumbre” Y debe reflejarlo en su vida
diaria.
Los 120 del aposento alto fueron llenos
del Espíritu. Saulo de tarso, cuando iba camino a damasco, fue lleno del
Espíritu, Esteban antes de morir, estaba lleno del Espíritu. Los creyentes de
Éfeso tenían los frutos del Espíritu.
Usted y yo podemos tenerlo o tal vez usted
diga, yo ya lo tengo. Que bueno, pero la Biblia nos dice que el árbol por sus
frutos es conocido. Pero si todavía no lo tiene. ¿Por qué no lo pide hoy?
Jesús dijo: si vosotros siendo malos sabéis dar buenas dadivas a vuestros
hijos, cuanto más vuestro padre dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan.
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