La Misión No Termina Con Convertir A Las Personas A Cristo

La Biblia nos da mandatos en cuanto a nuestros deberes, pero que nos dice acerca de nuestra misión. La misión es comprensible en lo natural. Dios se ha manifestado como Rey de la creación y emancipador de la humanidad.

Su monarquía sobre la creación, se describe en el libro de Génesis; Dios creó al hombre a su propia imagen y semejanza, como su regente para gobernar sobre la tierra. Lamentablemente, el hombre fallo al propósito para el que había sido creado: gobernar y cultivar el jardín del Edén. (Génesis 1:26..28; 2:15). De esa manera el hombre malogro su relación íntima con Dios, a igual que su capacidad para regir la tierra sabiamente.

Habiendo caído el hombre, Dios programó redimirlo y restablecer la autoridad delegada y la administración que le fueron dadas para regentear la tierra. Dios prometió que la semilla de la mujer, destruiría a la serpiente (Génesis 3:15). También la ley fue usada por Dios para extender su programa de restauración. Y el propósito redentor se materializa en el Nuevo Pacto, a través de Cristo.

"Porque tú fuiste inmolado y con tu sangre has redimido para Dios, gente de toda raza, lengua, pueblo y nación." (Apocalipsis 5:9). Hemos sido rescatados con un propósito. Hemos sido restituidos a la calidad de hijos y ahora estamos en la obligación de obedecer dos grandes comisiones que Dios nos ha dado: La comisión de cuidar y restaurar esta tierra y la comisión de evangelización.

Con respecto a la comisión de cuidar y restaurar esta tierra (Comisión Cultural), Dios nos ha restaurado a la regencia. Por medio de Cristo, somos nuevamente llamados de regreso al plan original de Dios..." y los bendijo con estas palabras: "Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo" (Génesis 1:28 NVI).

Nosotros hemos sido rehabilitados para trabajarle a Dios como su regente en esta la tierra. Esta misión cultural también se conoce como "la Comisión de la Creación".

La Comisión de la Creación nos llama a usar todos nuestros recursos para expresar su imagen y semejanza aquí en esta tierra. Para lograr hacer realidad esta Comisión, es imprescindible que los cristianos nos preparemos educacional y culturalmente para que podamos conocer al mundo y logremos descubrir la verdad a través de las ciencias, el arte, etc., para que:
  • apliquemos la verdad por medio del uso de la tecnología;
  • entendamos la verdad que emana de la humanidad,
  • hagamos cierta y apliquemos la verdad a través del comercio y
  • diseminemos la verdad a través de la educación.

Por lo general, la mayoría de pastores y/o predicadores, en nuestras prédicas y en el ministerio general de la Iglesia, no desarrollan suficiente atención a las enseñanzas bíblicas de la Comisión Cultural, que implica conocer sobre el gobierno y la sociedad. Pero si ponemos atención al contenido escritural, la Biblia trata con el tema de gobierno, dos veces más que lo que trata con asuntos personales. Basta con considerar todos los libros de la Biblia que tratan con el gobierno de Israel.

Indiscutiblemente, que esta comisión cultural, nos llama a todos a embebernos, impregnarnos y comprometernos, al desarrollo e implementación de un compromiso social del cristiano con su realidad, que nos reta a salir de las iglesias a restaurar al mundo retornándolo al equilibrio con que fue creado. Indudablemente que esta opción representa salir de las opulentas arquitecturas a la que han llegado los templos actuales y usar esos recursos en mas misioneros sociales (por ponerles un nombre) que vayan por el mundo enseñando la restauración de las cosas de acuerdo al patrón de la creación.

Con respecto a la segunda Comisión, la mas predicada y actuada, Dios nos ha redimido para el ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:17..19; Lucas 24:27). Podemos aludir a esta, como el mandato de la evangelización o la comisión redentora. Esta comisión por ser la mas difundida y actuada, me limito solo a mencionarla.

Consideramos ahora, que tenemos realmente dos comisiones y son estas la que debemos entender cuando hablamos, enseñamos o predicamos de la Gran Comisión. Porque de hecho, ella abraza ambas comisiones: la Creación y la Redención.

Consideremos, reflexionemos y conceptualicemos lo siguiente: "Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:18..20 NVI - remarcados son del autor).

Al recapacitar a lo anterior con una actitud de renovación del entendimiento como apunta la Biblia que debe de ser, la naturaleza comprensiva de la comisión se nos aclara. No solamente somos llamados a enseñar, preparar y guiar a las personas para que estén bajo la autoridad de Cristo, sino a naciones completas. Luego entonces en la actuación de un cristianismo completo y verdadero de un cristiano, la principal intención es el que hagamos todo lo posible para que las naciones se conviertan en naciones cristianas.

Con lo anterior se nos facilita entender que la Gran Comisión nos llama no sólo a convertir y bautizar a las naciones, sino a enseñarles a obedecer "todas las cosas" que Cristo nos encomendó. "Todo", incluye no solamente obediencia a esos mandamientos concernientes a la salvación, la oración, la lectura da la Biblia, y ministrar a otros, que son los mas usados y difundidos, sino todo lo que Cristo nos enseñó, incluyendo sus enseñanzas sobre las relaciones familiares, el gobierno civil, el manejo del dinero y todo lo demás. Así y solo así entendidas las cosas, podemos hablar de una Gran Comisión.

Ahora bien, en el 99.99% de las veces que renovamos nuestro entendimiento, por su propia renovación y enfrentamiento a la realidad en que estamos inmersos, surge en nuestra persona un autocuestionamiento que nos lleva a preguntarnos: ¿como cristianos, estamos cumpliendo fielmente con las dos comisiones?

A menudo nos enfocamos sólo en la Comisión Evangelizadora, siendo negligentes con la Comisión Cultural. Enseñamos la Gran Comisión como un mandato de evangelización que trata con la conversión y con un grupo de disciplinas espirituales. Nos negamos a enseñarlo como un mandato que nos llama a la conversión y discipulado comprensivo de naciones.

La Gran Comisión tiene entonces, la perspectiva de la restauración de todas las cosas, incluyendo la sociedad y el gobierno (Colosenses 1:15..20). Conlleva el compromiso personal en cada uno de nosotros de prepararnos de forma espiritual, académica, profesional, cultural y mas, para poder llegar hasta los confines de este mundo.

¿Cómo sabremos que esto esta funcionando? Cuando nosotros como cristianos empecemos a afectar nuestro mundo en que convivimos y este empiece a ser mas justo y agradable ante los ojos de Dios. Y una cosa les aseguro, esto no se logra estando solo adentro de un templo o en el efímero tiempo de un culto, para lograrlo hay que trabajar en ello las veinticuatro horas del día en nosotros, nuestra familia, nuestro vecino, compañeros de trabajo, en fin con todo lo que nos relacionamos.


Termino dejando una pregunta:¿Estamos discipulando a las naciones del mundo?

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