El Valioso Tiempo De Los Maduros

Aunque el título lo copio de un E-mail que he recibido, me gustaría llamarlo El Valioso Tiempo Que Vivimos ¿Para Que Desperdiciarlo?

Quiero compartir este poema que he leído y considero valido para jóvenes, adultos y maduros, creo que no deberíamos esperar a ser maduros para ser coherentes, esto debería ser algo en nosotros desde niños. "El valioso tiempo de los maduros" es un texto del poeta y músico brasileño Mario de Andrade que nos recuerda la importancia de distinguir entre lo esencial y lo superfluo, lo que nos enriquece o lo que nos desgasta, lo que nos permite vivir o tan solo sobrevivir...Aunque esto es un arte que se puede adquirir con los años, merece la pena sentir estas palabras hondamente porque cuanto antes las practiquemos, más plena y sincera será nuestra vida.

Así nos lo cuenta Mario de Andrade:

El Valioso Tiempo De Los Maduros


Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...

Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente. Ya no tengo tiempo...

Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.

Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.

Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.

Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...

Sin muchas golosinas en el paquete...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas...
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.

Sí... tengo prisa... por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan...
Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás..."

Quiero reflexionar: ¿Y al final que queda? Sea como sea el final llegará y entonces serás solo tu y Dios...Con los deseos que pases mejores tiempos en el Señor tu Dios, te abrazamos, te bendecimos y te deseamos lo mejor para 2012.

Sea Como Sea En Cristo, Feliz 2012


"Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado, Y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí". Salmo 30:1


Es un error común y aceptado el creer que los nuevos siglos o milenios empiezan con números visualmente bonitos como 1900 o 2000, esto es un error matemático ya que los años empiezan a contarse desde 1 y no desde 0. Así, el milenio presente empezó el 1 de enero del 2001 y no del 2000. Hablando de la fecha del nacimiento de Cristo mediante la cual actualmente medimos los años fue fijada por el sabio Dionisio el Exiguo (llamado así por su corta estatura) en el año 532 usando el calendario juliano (un calendario imperfecto que fue sustituido en el siglo XVI por el actual calendario gregoriano). Hasta entonces, la medida de las fechas se hacía en base a la fundación de Roma; el papa Hormisdas encargó a Dionisio el Exiguo que cambiase el calendario para medir las fechas en base al nacimiento de Cristo. El sabio hizo un recuento de acontecimientos y fechas importantes y llegó a la conclusión de que Cristo había nacido en el año 753 de la fundación de Roma, que pasó a ser el año 1 de la era cristiana.

Pero, ¿porqué el año inicial es el 1 y no el 0? La explicación es muy sencilla: los romanos no conocían el 0. El 0 fue conocido en el mundo hasta que se descubrió América, es una invención Maya. Por ello así, el primer año de nuestra no parte de 0 sino del 1. Sin embargo, Dionisio el Exiguo cometió un error de cálculo de unos 6 años al datar el reinado de Herodes el Grande (aunque hay quienes dicen que el error es de 4 o incluso de 7 años); dicho error, conocido desde hace tiempo, ha sido asumido por los historiadores para no provocar un desorden de fechas tremebundo con la corrección, de manera que la fecha más probable del nacimiento de Cristo es... 6 años antes de Cristo. Y también Jesús no nació el 25 de diciembre... Así es, ¿pero por que decimos esto? Por muchas razones. No existe ninguna evidencia que indique que Jesús hubiera nacido el 25 de diciembre. Más bien, la evidencia demuestra lo contrario.



El relato bíblico sobre el nacimiento de Jesús no indica nada de la fecha en que tuvo lugar. Sin embargo, el informe de Lucas 2:8, dice que los pastores moraban en los campos, guardando sus rebaños por la noche, da a entender que Jesús debió nacer en el verano o a principios del otoño. Diciembre es frío y lluvioso en Judea, lo más probable es que por la noche los pastores hubieran buscado refugio para sus rebaños. The Encyclopedia Americana dice lo siguiente sobre el 25 de diciembre: "En Occidente no se estableció esta fecha hasta aproximadamente mediados del siglo IV, y en Oriente, hasta más o menos un siglo después". Si buscamos información en la Biblia, llegamos a la conclusión que Jesús no nació en esa fecha. Pero una cosa es cierta Jesús Nació. Y la otra cosa cierta es que este año llega a su final y cuentan que cuando se acerca fin de año los ángeles curiosos se sientan al borde de las nubes a escuchar los pedidos que llegan desde la tierra así las cosas, un ángel pregunta a otro:
- ¿Qué hay de nuevo? -pregunta un ángel pelirrojo, recién llegado. Lo de siempre: amor, paz, salud, felicidad...- contesta el ángel más viejo -Y bueno, todas esas son cosas muy importantes. Lo que pasa es que hace siglos que estoy escuchando los mismos pedidos y aunque el tiempo pasa los hombres no parecen comprender que esas cosas nunca van a llegar desde el cielo, como un regalo.

¿Y qué podríamos hacer para ayudarlos? - Dice el más joven y entusiasta de los ángeles.
¿Te animarías a bajar con un mensaje y susurrarlo al oído de los que quieran escucharlo? - pregunta el anciano. Tras una larga conversación se pusieron de acuerdo y el ángel pelirrojo se deslizó a la tierra convertido en susurro y trabajó duramente mañana, tarde y noche, hasta los últimos minutos del último día del año. Ya casi se escuchaban las doce campanadas y el ángel viejo esperaba ansioso la llegada de una plegaria renovada. Entonces pudo oír la palabra de un hombre que decía...: Un nuevo año comienza... en este mismo instante, empecemos a recrear un mundo distinto, un mundo mejor, sin violencia, sin armas, sin fronteras, con amor, con dignidad; con menos policías y más maestros, con menos cárceles y más escuelas, con menos ricos y menos pobres. Si queremos, podemos conseguirlo y si no lo hacemos estamos perdidos, porque nadie más que nosotros podrá construir nuestra propia felicidad". Y desde una nube, allá en el cielo, dos ángeles sonreían satisfechos. ¿Les gusto?

Amados hermanos y lectores, desde lo mas profundo de mi ser, espíritu, alma y cuerpo, deseo y pido a Dios que 2012 sea el año en que las promesas se cumplan, sea el año de las decisiones emprendedoras, sea el año en que nos llenemos esperanza, sea el año del amor, el año de la unidad. Regalémonos un fin de año lleno de brío y tesón, para que nos vaya mejor. No basta con tener fe en ser mejores el próximo año: hay que ser mejores desde hoy. Para que no se apague la luz de la esperanza en enero o febrero. Para que podamos ser un poco más felices que antes. Para que nos llenemos de fraternidad... que es lo que necesitamos.


Un año que termina y hay muchas conclusiones que sacar. Y es que cada vez que un año va terminando siempre reflexionamos sobre ¿Que fue lo que hicimos en este?, ¿Como nos fue?, ¿Qué cosas vamos a mejorar?, ¿Qué cosas evitare?, etc. Las experiencias que este año tuvimos son únicas y se quedaran en este año, algunas las recordaremos con orgullo y otras las recordaremos con mucha pena o vergüenza. Cada uno de nosotros tenemos libre albedrío, tú puedes elegir si tratar de hacer la voluntad de Dios o simplemente vivir tu vida como venga, sin preocuparte de tu creador, pero eso si, la factura de la vida de según como la vivas siempre llegara. En estos días de fin de año siempre es bueno revisar como lo vivimos, te aseguro que hay situaciones que hubiésemos querido evitar y otras que hubiésemos querido repetir, pero sea cual sea la situación que pasamos, estoy seguro que pudimos ver la mano de Dios en medio de lo difícil ayudándonos. Y es que a pesar de que muchas veces somos infieles, Dios siempre permanece fiel y es que ese atributo de Dios es Inmutable, no tiene variación. Por esa razón es bueno premiar esa fidelidad eterna de Dios hacia nuestra vida, porque no hay nadie mejor que El, porque aun nos quedaríamos en deuda si quisiéramos pagar todo lo que El ha hecho en nuestra vida.

Una buena manera de premiar esa fidelidad de Dios, es esforzándonos este año que viene por ser mejores cristianos, dando un buen testimonio al mundo y porque no decirlo, ganándonos a las personas para Cristo a través de nuestra diario andar. No hay mejor recompensa para Dios que un hijo suyo decida transitar por las sendas de la justicia y verdad, sin apartarse de ellas. Nosotros tenemos la oportunidad de devolver al Señor tanto favor que nos ha hecho, ¿Cómo? A través de una vida santa que glorifique su Nombre y lo ponga en lo mas alto. Por esa razón tenemos que esforzarnos este año que viene, para tratar la manera de mejorar aquellas cosas que sabemos que están mal, debemos disponer nuestro corazón totalmente para que Dios sea nuestro guía, nuestro capitán y que la barca de nuestra vida no sea dirigida por nadie más que El. Entreguemos ante El, nuestros sentimientos, nuestras emociones, nuestros planes, nuestra visión de vida, nuestros ministerios, nuestras familias, nuestros trabajos y todo aquello que queremos que nos vaya bien en este año que viene.

Personalmente puedo decir que Dios ha sido muy bueno conmigo en este año, ha sido uno de mis mejores años en todo sentido, por lo cual agradezco a mi Señor el hecho de permitirme gozar de sus bendiciones. Eso me motiva a que el próximo año debo tratar de agradarlo en todo lo que haga, pues Dios se merece eso y mucho mas, mas aun ahora que tengo la certeza que este año que viene será mucho mejor que este que esta terminando.

Muchos saludos a todos y que alcancemos en conjunto el sueño de la paz y la armonía.  

Sentimientos De Esta Época... Jesús Lloró (Juan 11:35)


Existe una diferencia entre emociones y sentimientos, es nuestro deber el valorarlos como parte de nuestra persona creada por Dios, aprender a controlarlos y expresarlos; y conocer los sentimientos que el Señor desea desarrollar en los cristianos.Todos los seres vivos tienen emociones y estamos en una época del año en donde muchos de ellos afloran. El ser humano ha sido creado con emociones y también con sentimientos. Jesús, como humano, tuvo emociones y sentimientos: lloró en la tumba de su amigo Lázaro; se alegró al compartir con sus discípulos; se enojó con los mercaderes del templo y con la torpeza de Pedro.

No somos sólo racionalidad, también tenemos sentimientos. Una persona sin sentimientos es alguien que no procede con misericordia, que es malvado, daña a personas y a animales. Quienes valoran más la razón que los sentimientos, llaman sentimentales e ingenuos a los que dejan fluir sus emociones y los que prefieren el sentir a la razón, llaman fríos a los que dan más relevancia a las razones. Ambos poseen razón, emociones y sentimientos. Los llamados fríos, no es que no tengan emociones, sino que no las dejan fluir, las controlan. Los llamados emocionales también pueden ser razonables.

En la vida de fe, en especial en el culto, hay distintas maneras de vivir estos fenómenos como también diferentes grados de emocionalismo. Una es la fe con expresión de la emoción y los sentimientos; otra es aquella con un mayor control de las emociones. Pero siempre habrá sentimientos. Ambas maneras tienen plena validez. Veamos algunas definiciones para aclarar mejor este punto tan importante en la vida humana y cristiana. Las emociones son agitaciones del ánimo producidas por ideas, recuerdos, apetitos, deseos, sentimientos o pasiones; son estados afectivos de mayor o menor intensidad y de corta duración. Una emoción se puede definir también como una conmoción afectiva de carácter intenso o agitación del ánimo acompañada de fuerte conmoción somática.

Los sentimientos son tendencias o impulsos, estados anímicos orgánicos. Un sentimiento es un estado afectivo de baja intensidad y larga duración. Son también estados de ánimo. Vienen de los sentidos. Una pasión es un estado afectivo muy intenso y de larga duración. En cambio el schock emocional es un estado afectivo intenso de muy corta duración. El sentimentalismo es el carácter o cualidad del que muestra demasiada sensiblería, es decir sensibilidad exagerada. La sensibilidad es aquella capacidad propia de los seres vivos de percibir sensaciones y de responder a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas; es la capacidad de responder a estímulos externos.

Por otro lado las emociones ejercen una influencia enorme en nuestro modo de pensar y actuar, a tal grado que llegan a convertirse en motor de nuestra conducta. A veces nos abruman las emociones. Es parte del proceso de madurar aprender a refrenar las emociones. Hoy hasta se habla de una "inteligencia emocional". Las Escrituras dan un gran valor al autodominio, autocontrol, dominio propio o templanza. Son emociones muy fuertes en nosotros las siguientes: Duelo, Depresión, Confusión, Decepción, Indignación, Irritabilidad, Hostilidad, Cólera, Miedo, Pánico, Melancolía, Decepción, Nerviosismo, Consternación, Terror, Fobia, Pesimismo, Satisfacción, Euforia, Éxtasis, Placer, Gratificación, Felicidad, Rabia, Furia, Resentimiento, Desesperación, Temor, Aprehensión, Ansiedad

Pero ahora nos referiremos a aquellos sentimientos positivos que Dios desea desarrollar y afianzar en nosotros como Su pueblo. La Biblia aconseja ciertos sentimientos en el cristiano, animados por la fe en Jesús y el amor que ha sido derramado en nuestro espíritu. Estos son sentimientos positivos que ayudan al crecimiento personal y de la Iglesia. Los hombres que no tienen buenos sentimientos de amor, misericordia, dulzura, hacia sus prójimos cosecharán daño para sí mismos. Es lo que Job nos señala en Job 24:20: "Los olvidará el seno materno; de ellos sentirán los gusanos dulzura; Nunca más habrá de ellos memoria, Y como un árbol los impíos serán quebrantados." . La vergüenza es una emoción y un sentimiento que se tiene cuando uno se percata de que ha actuado mal ante Dios y ante los hombres. También nos ocurre al darnos cuenta de una debilidad nuestra.

En el Nuevo Testamento, Pablo espera que todos los cristianos sintamos de una misma forma, con respecto a Dios, nosotros mismos, la vida y el prójimo: "Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 15:5,6). La unanimidad en el sentir es deseable para el progreso de la obra de Dios: "Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor" (Filipenses 4:2). El regocijo, la alegría en el servicio, debe ser un signo de nuestro caminar como iglesia (Filipenses 4:4). Pedro también recalca la importancia de tener todos un mismo sentimiento, caracterizado por la compasión, el afecto fraternal, la misericordia, la amistad, la mutua bendición y la convivencia pacífica: "Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables" 1 Pedro 3:8..11.

Hay una diferencia entre emociones y sentimientos. Como humanos tenemos ambos. El Señor desea que aprendamos a controlar nuestras emociones, pero que a la vez desarrollemos sentimientos positivos de amor y unidad. En ese sentido de amor y unidad, aprovechando la época de fin de año, es que quiero compartir este delicado cuento titulado “La Asamblea de Regalos de Fin de Año”: Aquel año la asamblea estaba llena. A ella habían acudido todos los jugueteros del mundo y muchos que no eran jugueteros pero que últimamente solían asistir y los que no podían faltar nunca, los repartidores: Santa Claus y los Tres Reyes Magos. Como todos los años, las discusiones tratarían sobre qué tipo de juguetes eran más educativos o divertidos y sobre el tamaño de los juguetes. Sí, sí, sobre el tamaño discutían siempre, porque los Reyes y Papá Noel se quejaban de que cada año hacían juguetes más grandes y les daba muchos problemas transportar todo aquello...Pero algo ocurrió... se coló un niño. 

Nunca jamás había habido ningún niño durante aquellas reuniones y para cuando se dieron cuenta, un niño estaba sentado justo al lado de los reyes magos, sin que nadie fuera capaz de decir cuánto tiempo llevaba allí. Y mientras Santa Claus discutía con un importante juguetero sobre el tamaño de una muñeca muy de moda y éste le gritaba acaloradamente "¡gordinflón, si estuvieras más delgado más cosas te cabrían en el trineo!", el niño se puso en pie y dijo:
- Está bien, no discutáis. Yo entregaré todo lo que no puedan llevar ni los Reyes ni papá Noel. Los asistentes rieron a carcajadas durante un buen rato sin hacerle ningún caso. Mientras reían, el niño se levantó, dejó escapar una lagrimita y se fue de allí cabizbajo. Aquel fin de año fue como casi todos, pero algo más frío. En la calle todo el mundo continuaba con sus vidas y no se oía hablar de todas las historias y cosas preciosas que ocurren en fin de año. Y cuando los niños recibieron sus regalos, apenas les hizo ilusión y parecía que ya a nadie le importase aquella fiesta.

En la conferencia de regalos del año siguiente, todos estaban preocupados ante la creciente falta de ilusión con se afrontaba aquella época. Nuevamente comenzaron las discusiones de siempre, hasta que de pronto apareció por la puerta el niño de quien tanto se habían reído el año anterior, triste y cabizbajo. Esta vez iba acompañado de su padre. Al verlo, los tres Reyes dieron un brinco: José... y corriendo fueron a abrazarlo. Luego, el hombre se acercó al estrado, tomó la palabra y dijo:
- Todos los años, mi hijo celebraba su cumpleaños con una gran fiesta, la mayor del mundo y lo llenaba todo con sus mejores regalos para grandes y pequeños. Ahora dice que no quiere celebrarlo, que a ninguno de ustedes en realidad le gusta su fiesta, que sólo quieren otras cosas... ¿se puede saber qué le han hecho?. La mayoría de los presentes empezaron a darse cuenta de la que habían liado. Entonces, un anciano juguetero, uno que nunca había hablado en aquellas reuniones, se acercó al niño, se puso de rodillas y dijo:
- Perdón, mi Dios; yo no quiero ningún otro regalo que no sean los tuyos. Aunque no lo sabía, tú siempre habías estado entregando aquello que no pueden regalar ni los Reyes, ni Santa Claus, ni nadie más: el amor, la paz, y la alegría. Y el año pasado los eché tanto de menos... perdóname.
Uno tras otro, todos fueron pidiendo perdón al niño, reconociendo que eran suyos los mejores regalos, esos que colman el corazón de las personas de buenos sentimientos y hacen que cada fin de año el mundo sea un poquito mejor...


Ahora respóndete sin emociones, sino con tus sentimientos: 
¿No habrás dejado a Dios de lado?

Diciembre, Me Dejaron A Mi

Si bien las fiestas de diciembre y de fin año son una época de alegría y paz en la tierra, ¿por qué pueden parecernos como si fueran un curso intensivo en carestía, codicia y urgencia? Muchos factores pueden hacer que las fiestas de diciembre se vuelvan agitadas, como son la presión de la familia y nuestras propias expectativas. Pero un factor inevitable es la publicidad. Esta es la época para estar alegre los fabricantes y comerciantes nos quieren hacer creer a nosotros (y a nuestros hijos) que la manera segura de tener éxito para sentirse feliz en esta época es haciendo compras. Con la entrega del aguinaldo, la indemnización, bonos y las vacaciones pagadas, las personas se dedican a gastar, gastar y gastar. Se gasta de manera irracional. En un tiempo donde la crisis económica y sus derivados aún se mantiene y los pequeños signos de recuperación apenas se ven, hay que ser muy precavidos a la hora de hacer las compras navideñas. No hay que gastar más de lo que tenemos. Debemos de tener presente las necesidades que demandaran ser cubiertas al no mas empezar el próximo año. Los gastos de cuadernos y libros se acercan y en estas vacaciones navideñas, donde los trabajadores reciben una buena cantidad de dinero, hay que economizar. En un año donde las principales noticias y portadas de periódicos han sido la crisis económica mundial, nadie se puede darse el lujo, en este tiempo de andar gastando demasiado, aun los que tienen, pues las cosas aun no se miran claras para los meses venideros.

En verdad que cada día me impresiona mas el efecto mercadotecnia... de algunos años a la fecha me he caracterizado por ser una persona que adquiero lo que verdaderamente necesito o considero indispensable, así que las ventas prenavideñas, navideñas y post navideñas siempre me han resultado un verdadero fraude; estoy de acuerdo que eso de los meses sin intereses nos facilitan un poco la vida. pero si nos detenemos a observar, todo esto solo hace que compremos sin ton ni son cuanta cosa a veces hasta tonta se cruce por nuestro camino, que si el regalo de la abuelita, que los intercambios en casa de la tía, que porque tenemos ganas de cambiar la decoración de este año, en fin.....tantas y tantas vanalidades, que lo único que ocasionan es que a principio de año sumemos gastos y restemos ingresos, pero ah que bonita se veía la tarjeta de crédito cuando pasaba por la banda y mejor aun que hermoso el vestido que estrene en fin de año.





Siempre me he preguntado hasta donde llegara todo esto, veo los anuncios por los periódicos on-line de varios países que en un principio fueron 6 meses sin intereses, después 12 meses y ahora ya vamos llegando a los 18 meses... será que la gente piensa vivir esclavizada de por vida al centro comercial... porque mejor no hacemos un pequeño ahorro a lo largo del año y verdaderamente compramos lo que se requiere para dicha fecha... no hay que dejar de lado que el verdadero valor de las festividades de fin de año es el compartir, el vivir un momento de unión familiar y no el de quedar en bancarrota.

Analicemos nuestros valores y el cariño verdadero que hay que prodigarnos. no nos dejemos comprar por las promociones de la época, ya que ello no genera el verdadero lazo familiar....solo aporta una mínima relación superficial. Y todo lo anterior desde el punto de vista humano, pero... ¿se ha puesto a pensar que hay un Dios?... que ese Dios todo lo ve. ¿Ya se acordó de Él?. En su nombre y en conmemoración de su natalicio el mundo superfluo ha levantado toda esta farsa materialista del concepto navideño. Jehová dice: "Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, Y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua" Jeremías 2:13

Me dejaron a mí, para ir en busca de las añadiduras.
Me dejaron a mí, por amor a los lugares, puestos e influencias en este mundo.
Me dejaron a mí, por ministerios, reconocimientos, éxitos y por ser vistos.
Me dejaron a mí, por autos, casas, lujos y dinero.
Me dejaron a mí, por amor al conocimiento, dones, ministerios y manifestaciones.
Me dejaron a mí, por cosas perecederas y temporales.
Me dejaron a mí, Me dejaron a mí, Me dejaron a mí.

Amados hermanos y amigos, ¿cuanto estaremos dejando a Dios por conceptos equivocados de la celebración de una navidad 100% pagana?. El año pasado ha raíz de esta época y un articulo sobre la celebración de la navidad en este mes escrito por este servidor, recibí una preciosa carta que me sirvió de mucha reflexión por parte de un bello pastor a quien brindo mis respetos hablo del Rev. Arturo Fernández Izaguirre, de la bella Republica de Guatemala y de quien me permito reproducir los siguientes párrafos: “El otro aspecto corresponde a la celebración de la navidad y su fecha. Estoy totalmente de acuerdo contigo que Jesús no nació el 25 de diciembre. Y si se trata de averiguar la fecha exacta mi convicción es que Jesús nació el 6 de Septiembre del año 4 A.C. Fecha en que en Israel se celebraba la fiesta de los Tabernáculos. Esta fiesta celebraba la habitación de Dios con nosotros y por eso la gente iba a hacer sus enramadas a Jerusalén, en donde estaba el Templo y la presencia de Dios según el Antiguo Testamento. También creo, que al final de los tiempos la venida de Cristo será durante la fiesta de los Tabernáculos. Esta fiesta abre el ciclo de las manifestaciones de Dios y también lo cierra. Todas las demás fiestas hablan de la obra de Cristo entre nosotros.

El punto es: ¿Lo queremos celebrar? Si la respuesta es NO, entonces allí se acabó el asunto, Si la respuesta es SÌ, entonces tenemos que ver el cómo y el cuándo. Según el apóstol San Pablo, nosotros tenemos la libertad de celebrarlo o de no hacerlo (Romanos 14:5-6). Yo no tengo problema en celebrarlo el 25 de Diciembre. ¿Por qué? Pues si no hay una fecha, entonces puedo hacerlo cuando quiera. El argumento básico ha sido que es una fiesta pagana. La de Jesús no sino la fecha en sí. Eso es cierto, pero ¿habrá alguna fecha en el calendario que no tenga también una celebración pagana? Tomemos como ejemplo los días de la semana: lunes significa día de adoración a la luna, martes, día de adoración a Marte, miércoles, día de adoración a Mercurio, jueves, día de adoración a Júpiter, viernes, día de adoración a Venus. Solamente nos dejaron dos días, el sábado (o Shabbat), día de reposo, y el domingo, día del Señor. Pero, ¿significa eso que no podemos adorar a Dios en todos los días de la semana. Aunque los nombres permanezcan en el calendario para nosotros todos los días son consagrados al Señor, y nos viene flojo lo que todos los brujos o paganos opinen al respecto. Así, aunque el 25 de Diciembre algunos celebren algunas fiestas paganas, para nosotros es un “día que ha hecho el Señor, y por lo tanto nos gozaremos y alegraremos en él.”

De todas maneras, Dios nos da la libertad de celebrarlo o de no hacerlo, en tanto el día sea para la gloria de Él. Permíteme definir el cómo. Yo celebro adorando al Señor, dándole la honra por todo lo que hizo, por todo lo que está haciendo y por todo lo que va a hacer. ¡Toda la gloria es para Él! Cualquier otra cosa es vanidad. Esto nos lleva al verdadero problema del día de hoy, y por cierto no tiene que ver con el paganismo antiguo sino con el materialismo contemporáneo. Los comerciantes, hombres astutos de este mundo, han tomado el control de esta fecha para querer vendernos lo que no necesitamos, y para lograrlo se han valido de la leyenda de “santa Claus”. Un personaje legendario que nunca existió y forma parte de la mitología moderna para obligarnos a comprar cosas y adorar al materialismo y a la familia (la parte aceptable de su propuesta). Sin embargo, ese amor meloso y barato que se mueve es para vender más. “Este es el día para que estemos juntos, que la familia se reúna y que disfruten de su amor”, dicen ellos. Es pura palabrería barata, todo es para vender la comida, los regalos, y todos, como borregos van haciendo lo que los comerciantes dicen.

En una sociedad mundana de consumo era de esperarse que los comerciantes se inventen cualquier cosa con tal de vender. Los cristianos hemos caído también en la trampa secular. El 14 de febrero, día del cariño. Hay un montón de Iglesias celebrando con un desayuno o cena esta fecha. ¿Sabes que esta fecha es mucho más pagana todavía y que está ligada a la prostitución religiosa? Puedes investigarlo en Internet. Bueno, creo que con esto es suficiente para compartir contigo. Te aprecio y ruego a Dios porque estas fechas de navidad y fin de año sean una oportunidad para tener encuentros cercanos del tercer tipo con Jesucristo. ¡A Él sea la gloria!”

Preciosa enseñanza que habla por si sola, ahora solo queda apartarnos del rebaño de los engañados por el diablo y sus secuaces comerciantes, solo queda demostrar que tan auténticos somos como cristianos o mejor escrito si somos cristianos auténticos, si somos de los que marcamos en este mundo la diferencia...

Permítanme terminar con esta anécdota:
Un hombre que acababa de conocer al Señor Jesús como Señor y Salvador de su vida, iba a toda prisa por el Camino de la Vida, mirando por todas partes y buscando. Se acerco a un anciano que estaba sentado al borde del camino y le pregunto: - Por favor, señor, ¿ha visto pasar por aquí a algún cristiano?. El anciano, encogiéndose de hombros le contesto: Depende del tipo de cristiano que ande buscando. Perdone, dijo contrariado el hombre, pero soy nuevo en esto y no conozco los tipos que hay. Solo conozco a Jesús. Y el anciano añadió: Pues sí, amigo; hay de muchos tipos y maneras. Los hay para todos los gustos: Hay cristianos por cumplimiento, cristianos por tradición, cristianos por costumbres, cristianos por superstición, cristianos por obligación, cristianos por conveniencia, cristianos por moda, cristianos por imitación... y cristianos auténticos...¡Los auténticos! ¡Esos son los que yo busco! ¡Los de verdad!, exclamo el hombre emocionado. ¡Vaya!, dijo el anciano con voz grave. Esos son los más difíciles de ver. Hace ya mucho tiempo que pasó uno de esos por aquí y precisamente me preguntó lo mismo que usted. ¿Cómo podré reconocerle?. Y el anciano contestó tranquilamente: No se preocupe amigo. No tendrá dificultad en reconocerle. Un cristiano de verdad no pasa desapercibido en este mundo de necios engreídos, porque un cristiano autentico marca en este mundo la diferencia.

Y tú... ¿Qué cristiano eres?. Amen.

Cuanto Costara Este Diciembre...

El final de un año es siempre un tiempo de balances y reflexión, que debería incluir no sólo los aspectos laborales y económicos, sino también los afectivos y familiares, todo dentro de nuestros valores y preceptos cristianos. Cada mes del año tiene sus propias características de acuerdo a la cultura y país, por ejemplo en El Salvador, los meses de enero y febrero los asociamos a los inicios del año escolar, marzo y abril con las vacaciones en la playa, agosto con fiestas capitalinas, septiembre mes de la patria y octubre con la llegada de los vientos del norte. Sin embargo, diciembre iguala a muchos países, posee ciertas particularidades: es el último mes del año, tiempo de celebración y finalización del año. Es un mes donde todo pareciera terminarse, nos reunimos para despedirnos, festejamos, cerramos agendas y por sobre todo andamos precisos porque el mes es muy corto para tantos eventos.

En el plano familiar, los chicos finalizan el colegio lo cual trae aparejado un cambio en la dinámica diaria. Algunos llevan materias, otros duermen, otros no saben que hacer, otros van de aquí para allá, en fin se van acomodando al tiempo libre de las vacaciones. En este contexto particular comenzamos a evaluar como fue nuestro año. Hacemos el clásico balance con los aciertos y dificultades atravesados. Y nuevamente reformulamos el nuevo año. Quizá, sería interesante detenernos a reflexionar que lugar le damos a nuestros afectos, aquellos que siempre están a nuestro lado más allá de los éxitos y los fracasos. Y aun más importante es reflexionar que lugar le hemos dado a Dios en nuestras vidas, durante todo el año. Todo porque en un mundo donde la velocidad no nos permite mirar el paisaje, sería bueno detenernos unos instantes y "mirar". 

"Mirar" a nuestros hijos, que también recorrieron un año más, que han crecido, no solo en altura, sino en nuevos conocimientos, experiencias que vivieron, alegrías, tristezas y un sin fin de situaciones ¿pudimos acompañarlos a lo largo del año? ¿Pudimos llevarlos a la iglesia? ¿Caminaron por los senderos del Señor? ¿Los descuidaste y ahora...?..."Mirar" a nuestro marido o mujer, que también tuvieron sus momentos buenos y malos, ¿pudimos apoyarlos, escucharlos? ¿Pudimos decirle Te Amo? ¿Pudimos ponerlo en las manos de Dios? ¿Se han tratado bien? o...Y así quizá podríamos seguir con cada una de las personas que se vinculan con nuestros afectos, que nos quieren por lo que "somos" y no por lo que "tenemos"; aquellos que nos llaman por nuestro nombre y quienes nos dan un sentido de pertenencia.

Te propongo hacer un cambio de mirada cuando hagamos nuestro balance personal del año. Comencemos por reconocer y agradecer a Dios y a todos aquellos que hicieron posible que llegáramos nuevamente a diciembre. Y para el año nuevo, cuando nos propongamos nuevos objetivos y metas, no perdamos de vista compartir y afianzar lo más profundo y esencial que le da sentido a nuestras vidas: los vínculos con Dios y la Familia.

También diciembre es el mes de los regalos, los viajes... para muchos son celebraciones especiales que le ocasionan gastos pero no deudas porque tiene como cubrirlas en efectivo pero hay otras personas que con chequera en mano, tarjetas de crédito o prestamos incurren en terribles gastos llegando a tener deudas, que prácticamente lo pueden dejar en la calle. Por otro lado el sentimiento de la época y la saturación comercial de una sociedad de consumo como en la que vivimos, les lleva a muchos a subirse al carro del consumismo y endeudarse. Para una gran mayoría e incluyendo cristianos, este mes es fiesta aun endeudándose, pero... ¿cómo estará halla en febrero del próximo y feliz año nuevo? De seguro con las deudas, aparecerán los temidos prestamistas o bancos y entonces su feliz año nuevo de diciembre se le vuelve en un amargo año nuevo. Generalmente los deudores vienen a reaccionar con las consecuencias de sus hechos y hasta entonces reflexionan... “si alguien me lo hubiese dicho antes”...

Justo aquí es donde entran a jugar un papel decisivo los consejos, aprendérselos y sobretodo, ponerlos en practica, es sin duda la mejor estrategia para vivir libre de deudas y feliz no solo en diciembre, sino por el resto de la vida, generación tras generación. Por ello me permito sugerirte una docena de consejos para este mes:
  1. Supere los impulsos de comprar y consumir
  2. Pare de endeudarse
  3. No involucre a sus familiares
  4. Defina prioridades
  5. Espere descuentos, promociones y similares
  6. No mienta a sus acreedores, no cometa irregularidades
  7. No le tenga miedo a la verdad
  8. Actúe racionalizando y priorizando su dinero.
  9. Obre en unidad con su cónyuge
  10. Ahorre
  11. Negocie con inteligencia
  12. No se pierda la vida, involucre en todo a Dios.

Si reflexionamos bien que significa estar por terminar un año contra todo lo que esperamos de la vida, caemos en cuenta que 365 días o 12 meses, no son suficientes para lograrlo. Por lo tanto, debemos esforzarnos por vivir lo que tenemos por delante, 52 nuevas semanas. Y para asegurarnos un año de victoria en nuestra vida, debemos extendernos a lo que viene por delante tomando en cuenta... No alejarnos de la presencia de Dios.

Cuando el pueblo de Israel llegó a la frontera de la Tierra Prometida, antes de cruzar el río Jordán, Dios les dio un consejo, Josué 3:3..4 “3 y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldréis de vuestro lugar y marcharéis en pos de ella, 4 a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino". Nadie de los que estamos leyendo este mensaje hemos pasado por tan siquiera un segundo del comienzo de un año nuevo. Es un camino completamente nuevo, por eso, así como el pueblo debía marchar detrás del arca con la presencia de Dios, así también cada uno de nosotros debe extenderse al año que está por delante siguiendo cada día a nuestro Señor Jesucristo.

Ese año nuevo debemos realizar las promesas de bendición que Dios tiene para nosotros. ¿Qué no conoce ni una?... Lea esta: Salmo 68:19 “Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salvación.” Es esperanzador el leer y apropiarse de esta promesa acerca de las bendiciones preparadas por Dios para cada día a favor de sus hijos. Para Dios no hay día de asueto para no bendecir a su pueblo. Ese año nuevo debemos enfrentarlo, confiando en el cuidado de Dios

La protección de Dios la necesitamos a diario. Cuando Dios le habla a su pueblo del cuidado que de ellos tiene, les dice en Deuteronomio 11:12 “…tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin.” Los que vivimos en países violentos, con altos índices de homicidios y extorsiones, sabemos lo que significa el cuidado de Dios sobre nuestra vida y la de nuestra familia. Debemos entrar a un nuevo año encomendándonos a la protección de Dios. Ese año nuevo debemos enfrentarlo confiando en la provisión de Dios Para muchos que vivimos en países pobres, entrar a un nuevo año es entrar a la lucha por sobrevivir y proveer para las necesidades básicas como son techo, alimento, trabajo, salud y educación. De allí la confianza que debemos tener en un Dios proveedor. Son muchas las promesas para confiar en la provisión de Dios, pero leamos únicamente dos:
  • Salmo 34:10 “Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.”
  • Salmo 37:25 “Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan.”

A pesar de las dificultades económicas que muchos tuvimos que enfrentar este año, una cosa es cierta: Aquí estamos, no perecimos de hambre, la mano de Dios nos sustentó y su Espíritu nos dio aliento. Estamos por entrar a un año nuevo y si usted todavía se conduele de este año, una cosa haga: olvídese de lo que queda atrás y extiéndase a lo que está por delante. No se aparte del camino de Dios, siga en pos de su presencia, propóngase crecer y servir a Dios más que el año anterior y confíe su vida y la de los suyos al cuidado de Dios. Enfrente este diciembre con nueva mentalidad lo que viene, para que en 2012 tenga el mejor año de su vida. Amen.